Masaje tailandés en Lima: todo sobre este servicio de terapia restaurativa
Sesiones ayudan a superar todo tipo de cuadros de estrés o ansiedad.
Dong Liu llegó hace 30 años al Perú, solo llevaba consigo sus 22 años recién cumplidos y el deseo enorme de triunfar en un país al que poco a poco empezó a querer como si fuese el suyo.
Desembarcó en nuestras costas en 1994, proveniente de su natural Shanghái (China). Se dirigió al restaurante de su tío quien había llegado en los años 70. Su único conocimiento, aun con poca práctica, era ser “chaufero”. Se inició en el chifa “Welcome”, en la cuadra 3 de la avenida Guzmán Blanco, en el centro de Lima.
Trabajó sin descanso desde el inicio, no había domingos ni feriados, sabía que debía esforzarse para salir adelante. Cuando ya había ahorrado un poco, invirtió en estudiar español en un Centro de Idiomas. Su sueño aún estaba por cumplirse.
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Paso un breve tiempo, cuando decide iniciar el negocio propio. Confiesa que “era misio, chino tacaño no gasta” (sonríe); hasta que inauguró su primer chifa en la avenida Comandante Espinar en el distrito de Miraflores, luego vino otro local y otro más… comenzó a crecer de manera espontánea.
Recuerda que llegaron a su local unos chinos, con el propósito de comprar madera, y como él hablaba mandarín y español, logró comunicarse muy bien con ellos y le dejaron dinero para que les envíe parquet. Él ganaba comisiones por ello. Envió un countainer, luego otro, y así se le abrieron más oportunidades.
Masaje tailandés
Sin duda, Dong Liu es un emprendedor nato, autodidacta con mucho olfato para los negocios. Su última aventura es un nuevo rubro al que ha ingresado para brindar vitalidad y auxilio a los empresarios y emprendedores como él, un verdadero servicio de masaje terapéutico en Lima, único en toda esta parte del continente. El masaje tailandés.
Como cualquier negocio innovador, en casi mes y medio de funcionamiento ha despertado mucha expectativa y ya suman cientos los ocasionales visitantes que se han convertido en asiduos clientes. Como él mismo dice, esto es algo nunca visto en nuestra capital.
Para ello, no dudó en traer a 30 terapistas tailandesas, expertas en el arte de esta terapia restaurativa, que logra superar cualquier cuadro de estrés, ansiedad, dolor de espalda, de cabeza, que permite superar cualquier agotamiento y deja a los pacientes renovados. No se trata simplemente de un masaje relajante, sino de un masaje terapéutico. Muchos ya han ido y no dudan en regresar.
En Dahu, un lugar acondicionado con ambiente asiático, solo un masaje de pies puede durar de 45 minutos a una hora, luego otro tiempo más de cuello, hombros, espalda. La experiencia es inolvidable y los resultados son evidentes. No se usan máquinas, solo las manos de estas expertas tailandesas debidamente certificadas con muchos años de experiencia en su país de origen.
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