Abrigarlo de más también enferma: expertos alertan sobre riesgos para bebés en invierno
Conozca las señales de sobrecalentamiento y aprenda a ajustar su ropa según el clima.
Con la llegada del invierno y sus noches más frías y húmedas, muchas madres y padres intensifican el abrigo de sus bebés por temor a los resfriados. No obstante, el exceso de capas puede provocar el efecto contrario al deseado: aumentar el riesgo de enfermedades respiratorias.
En Lima, donde la humedad se mantiene alta incluso durante el día, no resulta extraño ver a bebés cubiertos con múltiples prendas gruesas, gorros, mantas y hasta bufandas dentro del hogar.
Aunque esta práctica busca protegerlos del frío, los especialistas advierten que puede resultar perjudicial si no se considera la capacidad limitada de los bebés para regular su temperatura corporal.
El neumólogo pediatra Javier Jugo, del Hospital Nacional Docente Madre Niño San Bartolomé, explicó que el sobreabrigo ocasiona una sudoración que, al evaporarse, enfría rápidamente el cuerpo del bebé.
“Si está muy desabrigado, se expone al frío, lo cual no es bueno. Pero si está demasiado abrigado, el niño genera calor y lo elimina a través del sudor. Ese sudor, al secarse directamente sobre el cuerpo, puede generar un enfriamiento rápido, lo cual también es perjudicial”, detalló.
Alertan sobre virus
El especialista alertó que esta situación, sumada a ambientes cerrados y sin ventilación —una práctica común en invierno—, favorece la concentración de virus respiratorios.
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“Muchas veces las mamás, por querer protegerlos, los abrigan demasiado y los mantienen en ambientes sin ventilación. Esto puede irritar las vías respiratorias y provocar secreciones”, sostuvo.
Vestimenta adecuada
Los profesionales de la salud recomiendan vestir al bebé en capas ajustables, con una prenda más que la del adulto, según el entorno.
“A veces en consulta vemos que la mamá viene con una chompa ligera, mientras el bebé tiene varios pantalones, polos, chompas y casacas. Eso es desproporcionado. Lo ideal es una capa adicional, no más”, indicó Jugo.
Además, aconsejaron adaptar la ropa a la actividad del bebé. Si duerme, una manta ligera puede ser suficiente. Si juega o se mueve, conviene reducir el abrigo para evitar sudoración excesiva.
Cambio de temperatura al viajar
En zonas con climas extremos o para niños que viajan entre regiones con distinta altitud, el especialista recomendó especial atención.
“Un niño de la costa que viaja a la altura siente mucho más el cambio de temperatura que uno que ya vive allí. Por eso, la recomendación es siempre la misma: abrigarlos adecuadamente, evitar cambios extremos y no sobrearroparlos”, concluyó.
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