Agua Marina lo había advertido: la vez que denunció que autoridades no le hacían caso
Atentado en Círculo Militar pone en duda acciones que Gobierno toma contra criminalidad.
La noche del 8 de octubre, el grupo de cumbia Agua Marina sufrió un atentado armado durante su presentación en el Círculo Militar de Chorrillos.
Los hermanos Luis y Manuel Quiroga Querevalú, el tecladista César More Nizama, el animador Wilson Ruiz Julca y un vendedor de bebidas alcohólicas del evento resultaron heridos tras una ráfaga de disparos que desató el pánico entre los asistentes.
El hecho reavivó la preocupación sobre el accionar de las bandas criminales en el Perú y la aparente inacción de las autoridades frente a las denuncias de extorsión que afectan a los músicos peruanos y a otros sectores. Lo ocurrido con Agua Marina no fue un hecho sorpresivo: la propia agrupación lo había advertido meses atrás.
Agua Marina lo había advertido
En marzo de este año, en medio de las protestas por el asesinato del cantante Paul Flores, de Armonía 10, el líder de Agua Marina, José ‘Pepe’ Quiroga, lanzó un mensaje que hoy resuena con fuerza.
“Estamos muy preocupados por toda la situación que está pasando nuestro querido Perú. Hemos sido una de las primeras agrupaciones en protestar ante las autoridades, porque esto no puede seguir sucediendo”, expresó entonces.
El músico, visiblemente afectado por el crimen de su colega, reclamó una respuesta inmediata del Estado. “Todos los peruanos tenemos temor, no solo los músicos. Siempre denunciamos las extorsiones y no pasa nada. Ha tenido que ocurrir una tragedia para que las autoridades recién se pongan a investigar. ¡Ya basta de esto!”, enfatizó ante medios de prensa.
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Sus declaraciones fueron parte de una marcha desarrollada en Lima, donde pidió que el Gobierno tomara medidas efectivas contra las mafias que cobran cupos a las orquestas. En ese contexto, advirtió que habían tenido que reforzar su seguridad para poder seguir trabajando sin poner en riesgo sus vidas.
“Esto tiene que parar. Necesitamos leyes más estrictas y que se deroguen aquellas que favorecen a los delincuentes”, añadió Quiroga.
A casi siete meses de aquellas palabras, la tragedia golpeó a su propia familia musical. El ataque en Chorrillos confirmó que las alertas de los músicos no fueron atendidas y que el problema de las extorsiones y atentados sigue creciendo en el país.
Tras el atentado, la Policía Nacional del Perú recogió 27 casquillos de bala y activó un Plan Cerco para capturar a los responsables. Sin embargo, la investigación recién comienza y las autoridades locales fueron cuestionadas por la falta de medidas de seguridad en el recinto.
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