Alerta en Ventanilla: Contraloría detecta que manipuladores de alimentos en colegios públicos están infectados con parásitos
Informe oficial destapa fallas graves en higiene, almacenamiento y control sanitario en servicios de alimentación escolar.
Un reciente informe de la Contraloría General de la República destapó un grave riesgo sanitario en el colegio Divino Niño Jesús de Ventanilla, donde los encargados de preparar los desayunos del programa estatal 'Desayuno en mi cole' resultaron infectados con parásitos intestinales.
Los análisis de baciloscopia y coprocultivo confirmaron la presencia de Blastocystis hominis, quistes de endolimax y entamoeba coli, pese a que la normativa del programa exige la inmediata exclusión de todo manipulador que padezca estas condiciones.
El hallazgo generó preocupación porque, a pesar de las advertencias, las autoridades firmaron los contratos y permitieron el inicio del servicio, exponiendo a cientos de escolares a alimentos contaminados. Según la Contraloría, este incumplimiento de los protocolos básicos compromete directamente la salud de los estudiantes.
La nutricionista Pierina Papadopulos explicó que el riesgo se origina en la manipulación deficiente de los alimentos. “¿Qué pasa si la persona no lava las manos después de ir al baño? Tienen los quistes, los huevos de los parásitos en las uñas.
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Al momento de manipular, sin guantes, sin un tapaboca correcto, contamina los alimentos”, detalló la especialista. Añadió que “las personas que lo consumen están ingiriendo los huevos de los parásitos en su sistema digestivo. Estamos hablando de una contaminación muy grave porque están manipulando alimentos de niños”.
El informe de 81 páginas también reportó deficiencias en las áreas de almacenamiento, que carecían de protección contra agentes externos, y en la desinfección de utensilios, lo que incrementaba la posibilidad de contaminación cruzada. Estas irregularidades evidencian que las condiciones mínimas de salubridad no se cumplieron en el colegio auditado.
Padres de familia consultados indicaron que desconocían por completo esta situación y expresaron su indignación al confirmar que sus hijos consumían desayunos como chocoavena, pan con tortilla y espinaca, o papa con huevo preparados por personal infectado.
La Contraloría advirtió que el caso de Ventanilla refleja un riesgo latente en la gestión del programa y demandó a las autoridades educativas tomar medidas inmediatas para evitar consecuencias mayores en la salud infantil.
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