Anciana trabajadora es víctima de estafas: consumen y se van sin pagar, aprovechando su avanzada edad

La mujer, cuya identidad aún se mantiene en reserva, trabaja diariamente empujando una carretilla para ofrecer sus bebidas calientes y panes a los transeúntes del centro de Lima.

A pesar del esfuerzo físico que implica su labor, no recibe el trato justo que merece. Por ello, decidió hacer pública su queja con un cartel escrito a mano que colocó en su carreta.

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“No me estafes, por favor, trabajo honradamente. Me duele mi cuerpo al cargar mi carretilla todos los días”, escribió.

El mensaje, breve pero directo, despertó una ola de solidaridad en redes sociales. Usuarios de distintas plataformas compartieron imágenes del cartel, expresaron su indignación ante el abuso y exigieron mayor protección para adultos mayores en situación de vulnerabilidad.

Algunos comentarios calificaron a los responsables como “clientes sinvergüenzas” e hicieron un llamado a la empatía con frases como “insensibles, podría ser su madre” y “es una adulta mayor, más conciencia”.