Callao: Asesinan a oficial de la Marina frente a su hijo
Policías hallaron 12 casquillos en la escena del crimen y cuentan con información clave para capturar al homicida.
La losa deportiva ‘Viñas de Surco’ de la Urb. Brisas de Oquendo (Callao) fue escenario de una infernal balacera contra el oficial de la Marina de Guerra del Perú, Artemio Raúl Cáceres Rosales (36), cuando practicaba fútbol con sus amigos y era alentado por su hijo de 7 años.
El pequeño fue auxiliado por los testigos del crimen. Este fatídico ataque ocurrió alrededor del mediodía de ayer, cuando un hombre -aún no identificado- descendió de un automóvil de color negro, apuntó su arma contra el oficial y apretó varias veces el gatillo; huyendo con rumbo desconocido. Una fuente reveló a esta casa editora que Cáceres Rosales era casado y residía en el pueblo joven Villegas.
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Tras el tiroteo, los efectivos de la comisaría Márquez acordonaron la escena del crimen, cubrieron el cadáver del oficial -que registraba varios impactos de bala-, y recabaron 12 proyectiles que yacían en la losa deportiva para el análisis respectivo.
Asimismo, la investigación preliminar revela que el autor material del ataque era de contextura delgada, vestía pantalón negro, polo gris, gorro negro y lentes oscuros. Durante la diligencia, la presidenta del Comité Vecinal de Oquendo informó que el perímetro cuenta con 6 cámaras de vigilancia, por lo cual la captura del sicario sería cuestión de horas.
Un representante de la Primera Fiscalía Provincial Penal del Callao y otro de la Oficina de Criminalística del primer puerto autorizaron el levantamiento del cadáver y su posterior internamiento en la Morgue Central de la región porteña.
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Unos vecinos, cuyos nombres se mantienen en reserva como medida de seguridad, informaron que los primeros proyectiles contra la víctima le cayeron en la espalda y el último disparo fue en la cabeza. “Nosotros hemos pagado para tener cámaras en la zona, pero no tenemos un operador. Todo es una tragedia. Una lástima porque el niño vio todo”, agregaron.
TRASLADO
El vehículo de Serenazgo que trasladaría el cuerpo del marino no pudo ingresar a la losa, ya que nadie contaba con las llaves del establecimiento. Por ello, los agentes tuvieron que desplazar por varios el cadáver hasta la camioneta municipal, en medio del dolor de los familiares.
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