Centros de salud mental a la vanguardia en América Latina: en Perú hay casi 300 establecimientos comunitarios
Estrategia permite combinar fármacos, en caso de que sean necesarios, con los vínculos familiares y sociales.
Viene de Un tercio de jóvenes peruanos padece ansiedad intensa y malestar emocional, afirma psiquiatra Yuri Cutipé Cárdenas
En medio del drama, sin embargo, hay noticias alentadoras. El Perú está a la vanguardia en salud mental en Latinoamérica. Y la razón son sus casi 300 centros de salud comunitaria esparcidos en el país y que significa que haya un centro por cada 100 mil habitantes, mientras Brasil y Chile tiene uno por cada 50 mil.
Los demás países de América Latina (AL) están a la zaga no solo en el número, sino en la alternativa comunitaria que ha probado ser la más eficiente para tratar la salud mental de la población, especialmente de aquella que se asienta en los trastornos más comunes como la ansiedad y la depresión.
En efecto, según Cutipé, el centro de salud comunitario es la clave de los tratamientos exitosos que permiten combinar fármacos, en caso de que sean necesarios.
Además, son importantes los vínculos familiares y sociales que ayudan a sanar y que los centros promueven, lejos de las alternativas hospitalarias reservadas solo para los casos más graves.
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Enclavadas en el seno de los barrios en donde los jóvenes viven su día a día, azarosa o no, ponen su cuota de solidaridad terapéutica efectiva, indispensable para los tratamientos.
Otra clave está, según Cutipé, en una política multisectorial desde el Estado más una política desde los servicios de salud. Ambas complementándose y apoyándose.
Abastecimiento farmacológico
Un aspecto fundamental para explicar el avance del país en el tema es el hecho de que en 2018, solo había en los servicios un solo antipsicótico a disposición de médicos para la receta.
Hoy hay más de 30 antipsicóticos a disposición, con lo cual se marca un incremento notable, haciendo converger la acción social comunitaria con la farmacológica en el abordamiento de las dolencias mentales, especialmente de los jóvenes.
Existe, sin embargo, un problema. Cutipé señala al respecto: el desabastecimiento no siempre es normal, y en ello debe haber un énfasis especial del Ministerio en las políticas de adquisiciones. Además, señala la importancia del trabajo psicoterapeuta que debe concurrir con el psiquiátrico propiamente dicho.
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