Dos jueces asesinados en La Libertad y Cañete: presidenta del Poder Judicial envió mensaje de solidaridad y pronunciamiento especial a demás magistrados
Zonas están dominadas por crimen.
En menos de una semana, la violencia criminal en el Perú segó la vida de dos jueces de paz en distintas regiones, desatando una ola de indignación en el sistema judicial.
Los asesinatos de Jorge Renato Fernández Sánchez, en Cañete, y Víctor Hugo López de la Cruz, en La Libertad, encendieron las alarmas del Poder Judicial, que exigió medidas concretas para enfrentar la inseguridad que golpea a las autoridades locales.
El primer crimen ocurrió el 5 de octubre, cuando sujetos armados interceptaron al juez de paz Jorge Fernández mientras conducía su vehículo por la zona alta del sector Maracuyá, en el distrito de Quilmaná.
Los atacantes le dispararon a quemarropa, provocándole la muerte inmediata. La Corte Superior de Cañete calificó el atentado como un acto de amedrentamiento que busca infundir temor entre quienes imparten justicia.
Cinco días después, el 10 de octubre, la violencia se trasladó al norte del país. En el distrito de Chicama, región Poder Judicial, fue asesinado el juez de paz Víctor López, quien había denunciado amenazas por negarse a emitir certificados de posesión de terrenos de manera irregular.
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Según la investigación preliminar, el crimen estaría directamente vinculado a su labor, lo que refuerza la hipótesis de un ajuste de cuentas por su integridad funcional.
Durante la ceremonia por el XV aniversario de la Corte Superior de Lima Sur, la presidenta del Poder Judicial, Janet Tello Gilardi, condenó los asesinatos y expresó su solidaridad con las familias de las víctimas. “Con la muerte de los dos jueces de paz, todas y todos nos debemos sentir muy afectados”, manifestó.
Tello destacó que el juez López de la Cruz murió cumpliendo con la ley y defendiendo su deber frente a presiones del crimen organizado. “Su acto demuestra integridad y compromiso con la justicia”, enfatizó.
Jueces de La Libertad y de Cañete piden mecanismos de respuesta
La magistrada subrayó que los hechos ocurridos revelan la necesidad de fortalecer los mecanismos de respuesta frente a la delincuencia. Planteó que las unidades de flagrancia actúen como herramientas eficaces para procesar con rapidez a los responsables.
“Los jueces y juezas que estén a cargo de los juzgados de flagrancia deben responder con firmeza. En el Código existe la posibilidad de dictar penas cortas, pero efectivas, esa es la manera de cómo debemos responder en estos momentos”, concluyó.
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