Escándalo en Ejército del Perú: así operaba comandante para robar combustible, según denuncia de sargento
Altos mandos convirtieron oficinas de Comandancia General en grifos clandestinos.
Un alto mando del Cuartel General del Ejército, más conocido como Pentagonito, operaba sistemáticamente para lucrar con bienes otorgados por el Estado, según recientes revelaciones.
El sargento EP Marco Auccatoma Felices contó en Panorama que el comandante Jimmy Grandes Sánchez sometía a sus subordinados para que cometieran los ilícitos y explicó el minucioso sistema con que saqueaba gasolina para almacenarla en las instalaciones de la institución castrense.
Según el testimonio, el alto mando -aprovechándose de su jerarquía- mandaba a un grupo de subalternos con varios galones en manos a extraer el combustible de los vehículos oficiales del Ejército.
Inicialmente, Auccatoma pensó que se trataba de un trabajo de mecánica, pero cuando se dio cuenta de las fechorías, registró todo el proceso con imágenes y videos. Las pruebas gráficas dan cuenta de cómo utilizaban artefactos para vulnerar las cajas de gasolina y depositaban el líquido energético en galones.
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El sargento señaló que hacía ese tipo de trabajos forzados entre 3 y 6 veces por mes, logrando llenar al menos 60 galones, lo que sumado a lo que ejecutaban sus compañeros daba una cifra que superaba los 360 mensuales. Estos, a su vez, eran almacenados en una de las oficinas administrativas del Pentagonito.
En las imágenes captadas por Auccatoma se observa cómo a solo metros de la oficina de Jimmy Grandes Sánchez permanece una sala con embotellados de gran tamaño rellenados con gasolina. El comandante utilizaba el reducido espacio como almacén clandestino.
"Yo me iba al almacén y tenía una herramienta para succionar la gasolina que estaba en el cilindro. Del cilindro pasaba a la galonera para luego llevar a venderlo", describió.
Por el combustible, según detalla el informe, el sargento recibía dinero por parte de otros altos mandos para rellenar sus vehículos personales. Otro señalamiento indica que incluso algunos de esto llegaban con regalos para el comandante Grandes. Auccatoma dejó constancia de las órdenes mostrando chats de WhatsApp referentes al año 2022.
Al final de la nota, el denunciante, con pruebas en mano, describió que al menos 30 personas, entre oficiales, suboficiales y más integrantes del Ejército fueron beneficiados con el descarado robo.
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