Extorsión obliga a subir pasaje en Lima Norte: Línea B eleva tarifa ante amenazas de criminales
La delincuencia controla rutas enteras sin respuesta concreta del Estado.
La Línea B, que recorre el trayecto entre Los Olivos y el Cercado de Lima, elevó la tarifa del pasaje en S/ 0.50 tras enfrentar una creciente ola de extorsiones, amenazas armadas y temor constante entre sus conductores.
La medida entró en vigencia el pasado 23 de julio, luego de que los transportistas denunciaran reiteradamente ataques con armas de fuego y cobros diarios por parte de bandas delictivas que operan en Lima Norte.
Frente a la falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades, la empresa ‘La pura B’ comunicó que se vio forzada a trasladar el costo de las extorsiones al usuario para evitar una nueva paralización total del servicio, como la ocurrida el 22 de julio.
En esa fecha, numerosos vehículos dejaron de operar por temor a represalias, afectando directamente a los vecinos de Los Olivos, Comas y San Martín de Porres.
“No podemos seguir parando cada vez que nos amenazan. Tenemos familias que alimentar, pero también queremos regresar vivos a casa”, declaró un conductor, que prefirió mantener su identidad en reserva.
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Según los testimonios, los delincuentes exigen pagos diarios que oscilan entre S/10 y S/15, bajo la amenaza de ataques o daños a las unidades si no se cumplen sus exigencias.
La empresa colocó afiches en las unidades informando a los pasajeros sobre el nuevo tarifario. “Por temas de extorsiones nos vemos en la obligación de subir nuestros pasajes S/ 0.50. Esperamos su comprensión”, se lee en los avisos.
Aunque el anuncio causó molestias entre algunos usuarios, otros mostraron empatía. “Prefiero pagar más a que dejen de trabajar por miedo”, expresó una usuaria en la avenida Universitaria.
Los transportistas aseguran que esta situación no es nueva. Hace más de un año, ya habían denunciado a las autoridades los cobros ilegales, las amenazas de muerte y los ataques armados.
Sin embargo, a la fecha, la inseguridad persiste y se agudizó. “El miedo es parte de nuestro trabajo. No sabemos si regresaremos vivos”, confesó otro chofer, quien también pidió el anonimato.
El temor no solo modificó la rutina de los trabajadores, sino también la de los pasajeros. Vecinos de Los Olivos lamentan que usar el transporte público se haya convertido en un riesgo. “Es lamentable que normalicemos este tipo de violencia. Ahora uno sube al micro con miedo”, comentó una residente de la zona de Pro.
Si bien el Ministerio del Interior no emitió un pronunciamiento concreto sobre el caso de la Línea B, se anunció la creación de una unidad especializada para investigar delitos contra el transporte público.
En tanto, los gremios de conductores demandan mayor presencia policial en los puntos críticos y garantías para poder trabajar sin ser extorsionados.
En paralelo, otras empresas de transporte urbano, como ‘El Chino’, también fueron blanco de ataques similares, lo que sugiere la posible acción de bandas organizadas que buscan controlar rutas específicas a través del miedo.
La falta de soluciones concretas desencadenó una respuesta desesperada por parte de los conductores: trasladar el costo de la extorsión al pasaje.
Si el Estado no interviene de manera inmediata, el transporte urbano en Lima Norte podría enfrentar nuevas paralizaciones, mayor violencia y una crisis de movilidad más profunda.
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