Fuga en Maranguita: el método que se empleó para el escape | Al menos un interno en la clandestinidad
Aumentan casos de huida de internos en menos de dos semanas.
Un número aún indeterminado de internos fugó la madrugada de este viernes 2 de mayo del Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Lima, más conocido como Maranguita. El hecho fue confirmado por la Policía Nacional del Perú (PNP), que activó un operativo para ubicar a los prófugos.
La evasión se registró alrededor de las 4:30 a.m. en el distrito limeño de San Miguel. Según indicó el mayor PNP Ricardo Velezmoro, comisario de la zona, hasta las primeras horas de la mañana no se estableció cuántos menores escaparon ni se reveló sus identidades.
Los primeros reportes señalan que los internos utilizaron una cuerda artesanal hecha con ropa y sábanas para trepar el muro perimetral. En la cima del muro, entre los alambres de púas, quedó enganchada una camiseta.
En la parte baja del cerco, agentes hallaron una bolsa y unas sandalias abandonadas. También se detectaron rastros de sangre sobre el alambre de seguridad, lo que hace presumir que al menos uno de los internos se habría herido durante la fuga.
El Centro Juvenil Maranguita, que depende de la Unidad de Servicios de Protección de la Niñez del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (MINJUSDH), está a cargo del Servicio de Orientación al Adolescente (SOA), y no del Instituto Nacional Penitenciario (INPE).
El operativo de recaptura se puso en marcha de inmediato y se extendió a distintas jurisdicciones policiales. Se revisan cámaras de seguridad y se hace un conteo interno para determinar la magnitud del escape.
Sucede en Maranguita y en Penal Lurigancho
Esta fuga ocurre apenas 11 días después de la huida de un reo en el Penal Lurigancho, captada por vecinos desde sus casas. Aquel caso provocó la destitución del director del penal y el apartamiento preventivo del personal de seguridad.
En contraste con lo ocurrido en Lurigancho, donde se trataba de un adulto sentenciado, los fugados de Maranguita son menores que cumplen medidas socioeducativas, muchas de ellas por delitos graves como homicidio, robo agravado o violación.
Fuentes cercanas al centro revelaron que la seguridad en Maranguita fue cuestionada en anteriores ocasiones por su falta de control perimetral y por filtraciones internas de objetos prohibidos.
Hasta el cierre de esta nota, el Ministerio de Justicia no emitió un pronunciamiento oficial sobre lo ocurrido ni sobre posibles sanciones administrativas o cambios de personal.
Familiares de algunos internos se acercaron al centro durante la mañana, preocupados por la seguridad de los adolescentes aún recluidos.
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