General José Tisoc reclama terminar construcción de cinco cárceles
No está de acuerdo con el penal El Frontón, por ser un lugar aislado que demandaría elevado presupuesto de construcción y mantenimiento. Considera que la rigurosidad carcelaria para los criminales debe ser al estilo del Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) de El Salvador.
El regidor metropolitano y exdirector general de la PNP, general ® José Tisoc Lindley, analiza la crisis de inseguridad que vive el país, la aprobación de la ley de terrorismo urbano, con cadena perpetua, y reclama la terminación de la construcción de 5 cárceles en el país.
¿Qué expectativas tiene sobre la aprobación de la Ley de Terrorismo Urbano?
Las leyes tienen el objeto de persuadir, neutralizar y sancionar una actividad criminal, la nueva ley sobre la criminalidad sistemática o también llamada ley del terrorismo urbano, será tan positiva o no, de acuerdo a como sea aplicada por los Operadores y Administradores de Justicia, pero que, por el momento y considerando como se viene desarrollando la actividad investigatoria-penal-judicial, pone en duda que se llegue al nivel que desearíamos los ciudadanos alcance, toda esta situación anómala se debe a la descoordinación, discrepancia, contradicción y desobediencia que existe a las normas legales que se promulgan y su aplicación, especialmente por parte del Ministerio Público y el Poder Judicial, instituciones del Estado que necesariamente tienen que ser sometidas a reformas para que cumplan la función encomendada por el Estado en la Constitución.
José Tisoc, ¿con la Ley se acabará con la racha de extorsiones y asesinatos que tienen un promedio de ocho peruanos muertos por día?
La Ley será afectiva en relación directa a la fuerza de su aplicación y los efectos que produzca; la promulgación es el primero de los efectos por la forma como será percibida por los ciudadanos y la situación crítica que viven; el segundo efecto es el carácter disuasivo que producirá en quienes delinquen, considerando que las penas a imponerse serán rigurosas por el contenido de la norma; el tercer efecto será la aplicación rigurosa de la ley por quienes tienen que administrar justicia (Policía, Fiscalía y Juzgados) por la investigación, el criterio y la discrecionalidad que se emplee en los procesos judiciales; y, por último y quizás el más importante consiste en el respaldo, asesoramiento y complementación por quienes tienen que investigar los hechos que es la Policía. Si no se consiguen estos efectos en su aplicación, la norma pasará a ser parte del acervo legal del país, como muchas que existen.
¿Cuál es su concepto sobre la pena de cadena perpetua y el restablecimiento de El Frontón como centro penitenciario? Y de no producirse lo último, ¿qué alternativa plantea?
La cadena perpetua por el momento es la pena de más rigor que se puede imponer a quien comete un delito execrable, porque primó en su ejecución alevosía, premeditación y ventaja, acompañada de crueldad que va contra todo principio humano, consideraciones de aplicación legal, justa y necesaria.
El Frontón es un lugar aislado que demandaría un elevado presupuesto de construcción y mantenimiento para su funcionamiento; ahora, pensar que la sanción a cumplir por un condenado está en relación directa al lugar y no al rigor de las normas carcelarias que se empleen, es una percepción equivocada. Tenemos cinco cárceles sin concluir su construcción y se debe considerar que los actuales centros de reclusión están sobrehabitados por lo que requieren una solución de emergencia, para terminar con este punto, que mejor ejemplo de rigurosidad carcelaria que el CECOT del El Salvador.
Entre las cárceles en construcción que se encuentran paralizadas y en estado de abandono, están el Megapenal de Ica, Pucallpa, Chincha, Arequipa y Cajamarca, obras que no se han terminado debido a falta de transparencia, disputas contractuales, irregularidades y una inversión que ha escalado significativamente sin avances efectivos.
José Tisoc, ¿qué hacer con la crisis de la PNP… parece que resulta inacabable e impregnada de corrupción?
La Policía es una institución esencial para el Estado y fundamental para la Seguridad Pública, la lucha contra el delito y la investigación criminal, así como para el Orden Público e Interno, la crisis que afronta es el producto de pésimas políticas de gobierno, que empleando reformas nada técnicas con tinte político y recortes presupuestarios, han pretendido menoscabar su razón de ser y existir constitucional, con el fin de llevarla a la politización y corrupción, cuyos efectos ahora son tangibles.
La Policía requiere con urgencia una reingeniería integral para lograr que su planeamiento, organización, administración y operatividad funcional se sitúen dentro de los parámetros de eficiencia, eficacia y efectividad; asimismo, implementar un mejor proceso de selección para la postulación a las escuelas de formación en sus dos niveles y un presupuesto adecuado para realizar las funciones señaladas en la Constitución y las leyes.
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