Grupo Aéreo N.° 3 de la Fuerza Aérea del Perú (FAP) cumple 52 años
Además, actúa de manera oportuna ante las emergencias que se pueden registrar en cualquier parte del país.
Demostrando su capacidad logística y despliegue por el territorio nacional, el Grupo Aéreo N° 3 (GRUP3), ubicado en la Base Aérea del Callao, este 6 de junio, celebra sus 52 años como unidad estratégica de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), realizando operaciones militares y humanitarias en beneficio del país.
Como casa de los helicópteros Bell-212, Bell-412, BO-105LS, MI-8T MTV1, MI-17 y MI-171SH, sabe que lo majestuoso del país, se divisa desde su cabina y que el vibrante sonido de sus rotores, lleva la calma a quienes bajo el furor de la emergencia lo piden a gritos. Sus tripulaciones llegan a todo el país, para salvar la vida de quién está en peligro, arriesgando su vida, para que otros puedan vivir.
Esta unidad de ala rotatoria, ha sobrepasado las 580 mil horas de vuelo, cumpliendo operaciones de defensa, interdicción aérea, apoyo aéreo cercano, búsqueda y salvamento en combate. También, participa en la lucha contra el narcoterrorismo en el VRAEM con operaciones helitransportadas conjuntas y combinadas, y en la lucha contra la tala ilegal. Además, operan como escolta en rescate, tirador embarcado en una plataforma aérea y apoyo al Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres como el Fenómeno del Niño Costero, los años 2017 y 2023.
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Asimismo, ejecutan misiones de reabastecimiento avanzado de combustible, operaciones de búsqueda y rescate (SAR) y en apoyo permanente a los programas sociales de Alas de Esperanza (FAP), y al del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS) como Qali Warma, Juntos, Pensión 65 y Pias Aéreas, trasladando víveres y personal a los poblados más alejados de nuestra Amazonía.
Igualmente, realizan evacuaciones aeromédicas y traslado de órganos vitales para dar vida a pacientes que están en lista de espera en los hospitales. A esto se suman las actividades de extinción de incendios como por ejemplo los ocurridos en Kuélap-Amazonas, Arequipa, Apurímac, Chanchamayo, Cusco y Chimbote; y otras veces, traspasando fronteras en apoyo ante desastres naturales, como la extinción del incendio forestal en la ciudad de San Ignacio de Velasco, en Bolivia, en 2019, con el personal calificado, que se ha convertido en referente a nivel nacional e internacional.
Gracias a la destreza de sus tripulaciones, participaron en ejercicios nacionales como el Ejercicio de Capacidades Operacionales (ECODEX) y del PROGEPAC.
Representaron a la Institución dejando en alto la imagen del Perú en los ejercicios Binacional de Operaciones Combinadas Perú-Ecuador; Ejercicio Binacional de Interdicción Aérea Perú-Colombia y Perú-Bolivia; y el Ejercicio Conjunto Combinado Resolute Sentinel 2023-2024. Estos escenarios fortalecieron sus capacidades de entrenamiento a fin de estar preparados para las emergencias.
Esto, los ha hecho merecedores a 12 premios SICOFAA (Sistema de Cooperación entre las Fuerzas Aéreas Americanas) otorgados entre 1978 y 2022, por el récord de seguridad de vuelo y acciones seguras del personal.
Con estas aeronaves también realizaron el transporte y equipo especializado para la prospección y explotación de los yacimientos petrolíferos en la selva, y se llevó a cabo las expediciones que descubrieron la zona arqueológica del Gran Pajatén, y el apoyo a los expedicionarios en las Campañas Científicas a la Antártida.
1981 marcó época en Latinoamérica, al protagonizar la operación helitransportada en Falso Paquisha; y en 1995 en el Cenepa, así como en las operaciones del VRAEM donde valerosos aviadores ofrendaron sus vidas por la pacificación nacional.
Por el bienestar de los peruanos
La FAP a través de esta Unidad, seguirá trabajando por el bienestar de los peruanos. Porque ser helicopterista no solo significa una forma especial de volar, sino una experiencia vital de contacto estrecho con la geografía que les permite sentir el verdor y el calor de la selva, la ventisca y el frío de los nevados andinos, el rumor de las olas marinas y los sedimentos arenales de nuestra gran faja costera.
* Por Angie Rajkovic
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