La Molina: joven fue por operación de rodilla y le amputaron brazos y piernas
Intervención, programada como una simple artroscopia, se convirtió en el punto de partida de una serie de complicaciones.
César Apolinario, un ciudadano peruano y extrabajador de una empresa avícola, ingresó a la clínica Montefiori de La Molina para someterse a una cirugía de rodilla en 2022.
Lo que comenzó como una operación rutinaria derivó en una tragedia médica que, dos años después, le costó la amputación de sus cuatro extremidades. Actualmente, Apolinario acusa a al centro de salud de negligencia e inició una demanda por mala praxis.
La intervención, programada como una simple artroscopia para corregir una fisura de meniscos, se convirtió en el punto de partida de una serie de complicaciones.
“Me dijeron que era una operación de dos horas, que al día siguiente ya estaría de alta”, declaró Apolinario en un medio televisivo.
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No obstante, tras la cirugía perdió sensibilidad en las piernas y fue incapaz de orinar. La Junta Médica de la clínica, conformada por siete doctores, diagnosticó paraplejia en el postoperatorio.
Un informe del médico forense Rafael Ruvera, de la Policía Nacional del Perú (PNP), atribuyó la parálisis a un daño en las meninges y la médula espinal, producto de una mala aplicación de la anestesia epidural.
“Me aplicaron la anestesia en la columna y sentí un dolor muy fuerte. La anestesióloga me dijo que ya iba a terminar, pero el dolor no cesaba”, recordó Apolinario.
Semanas después, el paciente contrajo una infección urinaria causada por la bacteria Klebsiella Blee, la cual —según los informes médicos— ingresó durante su internamiento en la clínica.
Aunque recibió tratamiento durante meses, en 2024 la infección avanzó agresivamente hasta provocar necrosis en sus extremidades.
En el Hospital Edgardo Rebagliati, donde fue transferido tras agotarse su cobertura por riesgo de trabajo, los médicos le manifestaron que la única alternativa para sobrevivir era la amputación de brazos y piernas. “Si no decidía rápido, la necrosis seguiría avanzando y la amputación sería más extensa”, relató.
A través de su abogado, Apolinario presentó una demanda ante el Segundo Juzgado Civil de La Molina contra la clínica Montefiori, acusándola de mala praxis por los daños causados por la anestesia y la posterior infección.
Por su parte, la clínica negó cualquier negligencia y argumentó en una carta que la infección fue consecuencia del uso prolongado de sonda urinaria.
“La cirugía se realizó conforme a los protocolos. Lo ocurrido fue una reacción adversa inesperada a los medicamentos de anestesia”, alegó la institución.
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