ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

Las Aldas: legado milenario de la costa de Áncash que resiste al tiempo

Un antiguo centro ceremonial costero que floreció entre el Arcaico Tardío y el Formativo Inicial en paralelo a Caral.

Imagen
Las Aldas: legado milenario de la costa de Áncash que resiste al tiempo.
Fecha Publicación: 01/06/2025 - 05:19
Escucha esta nota

En la región de Áncash, a la altura del kilómetro 347 de la Panamericana Norte, se encuentra la Zona Arqueológica Monumental de Las Aldas, un antiguo centro ceremonial costero que floreció entre el Arcaico Tardío y el Formativo Inicial (ca. 2500–1000 a. C.), en paralelo a la Ciudad Sagrada de Caral, y que continuó habitado hasta el apogeo de la cultura Chavín.

Las investigaciones actuales, han revelado que Las Aldas no fue un asentamiento aislado, sino un nodo articulador de relaciones culturales entre la costa y los Andes. Su ubicación estratégica permitió el tránsito de bienes, conocimientos y creencias entre diversos ecosistemas, consolidando su rol dentro de antiguas rutas de peregrinación e intercambio, nos cuentan los arqueólogos Celeste Asurza y Martín Chanta, quienes lideran estas investigaciones desde el 2017.

Una arquitectura ritual orientada al encuentro

Las Aldas se extiende sobre un promontorio rocoso natural a 30 metros sobre el nivel del mar. Desde allí se domina visualmente el litoral, lo cual parece haber tenido un valor simbólico y estratégico. En los sectores principales, el equipo ha documentado arquitectura ceremonial de gran escala.

La complejidad de Las Aldas no radica solo en su antigüedad, sino en la meticulosa planificación de sus espacios ceremoniales. A lo largo de más de 400 metros de longitud y 60 metros de ancho, se extiende una secuencia de plataformas, plazas y recintos, culminando en un gran camino ceremonial, orientado hacia el valle de Casma. Este eje articulador no solo define la organización del sitio, sino que refuerza su papel como punto clave en los primeros circuitos de peregrinación, redistribución de bienes y transmisión de conocimientos rituales, detallan Asurza y Chanta.

En una de estas plataformas –el Subsector A3– destaca una plaza circular hundida de aproximadamente 25 metros de diámetro, una de las más grandes registradas en la costa peruana hasta la fecha. Su interior, junto con muros de hasta 6.5 metros de grosor y accesos perfectamente alineados, evidencia una arquitectura diseñada para guiar el tránsito ritual y expresar el poder simbólico de quienes ocuparon este espacio.

MÁS INFORMACIÓN: Áncash: 177 obras por más de S/ 2 mil millones paralizadas por corrupción

“Las Aldas es mucho más que lo que se ve. Su monumentalidad es solo una parte, tal como fue demostrado en las excavaciones de la última temporada”, señala el arqueólogo Martín Chanta.

Vínculos culturales y funerarios

Uno de los hallazgos más sobrecogedores de la temporada 2024 fue el descubrimiento de una cista funeraria circular, en cuyo interior se halló a un individuo cuidadosamente dispuesto sobre un asiento ceremonial en forma de “nido”, elaborado con fibras vegetales entretejidas. El cuerpo conservaba un moño en la parte posterior de la cabeza, detalle poco común en contextos funerarios tempranos, y su ajuar incluía un peine de material orgánico, y un mate colocado entre sus manos, lo que refuerza la hipótesis de prácticas rituales complejas asociadas al cuidado del cuerpo y a la preparación simbólica para la posteridad o a marcas simbólicas de identidad y estatus; detalla Asurza.

Estos contextos funerarios fueron hallados en sectores periféricos como el Sector E, donde también se registraron productos marinos y restos agrícolas. La asociación de estas evidencias permite establecer una diferencia entre la dieta cotidiana y los alimentos seleccionados para las ofrendas funerarias, aportando nuevas perspectivas sobre la vida ritual de estas comunidades.

Redes culturales y herencia compartida

Más allá de su monumentalidad, Las Aldas muestra conexiones materiales y simbólicas con otras tradiciones andinas tempranas, lo que sugiere que fue parte activa de redes de interacción interregionales. Estas redes no fueron unidireccionales, sino espacios dinámicos de circulación de bienes, conocimientos y prácticas rituales, que contribuyeron a la configuración de nuevas formas culturales en los Andes.

“Las Aldas es un nodo clave en las redes de interacción que ayudaron a articular horizontes culturales más amplios, donde luego surgirían tradiciones como la de Chavín” nos dice Chanta. Para él, el sitio representa un punto de inflexión para comprender cómo se desarrollaron los primeros centros ceremoniales de la costa y cómo estos se vincularon con procesos culturales regionales.

Urge su conservación

Pese a su valor histórico, Las Aldas no cuenta con un sistema de protección integral ni con recursos suficientes para sostener una investigación a largo plazo. Las amenazas del clima, la acción humana y la falta de vigilancia hacen urgente una política clara de conservación y puesta en valor. Actualmente, el equipo investigador sigue a la espera de concretar un convenio de colaboración con el Ministerio de Cultura, que permita articular esfuerzos para su protección, investigación y uso social.

“Este sitio no solo ofrece información invaluable sobre nuestros orígenes, sino que también puede convertirse en una plataforma para la educación, la identidad y el turismo cultural sostenible”, señala Asurza. El equipo espera que el trabajo arqueológico despierte el interés de autoridades para proteger este importante legado milenario.

Más sobre Las Aldas

LO MEJOR DE ACTUALIDAD: 

Motociclistas serán multados si cubren placa del chaleco con mochilas o cajas de delivery

Conflicto por control de socavones desata tensión en zona minera de Ático, Caravelí: “Esto no es Pataz… aún”

Así funcionará filtro migratorio del aeropuerto Jorge Chávez para extranjeros que representen un riesgo

Mira más contenidos siguiéndonos en FacebookXInstagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.

MAS INFORMACION EN: