Martín Vizcarra en Penal Barbadillo: ¿con qué cuenta la celda del expresidente?
Exmandatario afrontará proceso judicial mientras comparte reclusión con otras personalidades políticas de alto perfil.
El expresidente Martín Vizcarra Cornejo fue clasificado en el Establecimiento Penitenciario Barbadillo, donde cumplirá cinco meses de prisión preventiva, así lo confirmó el Instituto Nacional Penitenciario (INPE).
La medida, dictada por el Poder Judicial, se enmarca en la investigación por presuntos sobornos vinculados a los megaproyectos Lomas de Ilo y Hospital Regional de Moquegua, cuando el exmandatario ejercía como gobernador regional entre 2011 y 2014.
El INPE aseguró que “garantiza el respeto de sus derechos fundamentales y el estricto cumplimiento del régimen penitenciario conforme a ley”, reforzando así las condiciones bajo las que Martín Vízcarra iniciará su reclusión.
Con su ingreso, el penal de Barbadillo registra al quinto exmandatario en su historia en sus instalaciones, hecho sin precedentes.
Ubicado dentro de la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes) de la Policía Nacional en Ate, el penal Barbadillo abrió sus puertas en 2007 para custodiar exclusivamente a Alberto Fujimori tras su extradición desde Chile.
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Las ahora celdas, de 15 metros cuadrados, cuentan con cama, mesa, baño privado y área para visitas, condiciones muy distintas a las de las cárceles hacinadas del resto del Perú.
A lo largo de los años, Barbadillo recibió a otros expresidentes: Pedro Castillo, detenido en 2022 tras intentar disolver el Congreso; Alejandro Toledo, extraditado desde Estados Unidos en 2023 y sentenciado por colusión; y Ollanta Humala, condenado en 2025 por lavado de activos. Fujimori, su primer interno, cumplió allí 16 años de encierro.
Para recibir a nuevos reclusos de alto perfil, el penal adaptó ambientes originalmente destinados a un solo interno. Se implementó un régimen cerrado ordinario y se reguló el uso del patio y del biohuerto.
La prisión de Barbadillo mantiene un número reducido de internos, pero su funcionamiento se ajusta constantemente a la realidad política.
Con la llegada de Martín Vizcarra, Barbadillo afianza su apelativo de “cárcel de los expresidentes” y se convierte en símbolo de que la justicia peruana, pese a sus altibajos, alcanza incluso a quienes ocuparon el más alto cargo de la nación.
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