Martín Vizcarra y sus reuniones clandestinas en oficina no declarada: ¿Qué oculta el expresidente?
¿Con quiénes se reúne y qué conexiones busca?
En una revelación exclusiva, un dominical desentrañó una red de secretos y reuniones clandestinas que involucran al exmandatario Martín Alberto Vizcarra Cornejo. Una oficina no declarada en el corazón de una de las zonas más exclusivas de Lima sería el centro de operaciones del ‘Lagarto’, quien, a pesar de sus reiterados desmentidos, mantiene una intensa actividad política y empresarial.
El jueves 11 de julio, a las 10 de la mañana, dos vehículos de alta gama estacionados en la cuadra 3 de la avenida Jacarandá en Surco, frente a uno de los colegios más exclusivos de Lima, despertaron sospechas.
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Uno de ellos, un Mercedes blanco último modelo, pertenecía a César Roberto Figueredo Muñoz, investigado por la Fiscalía como cómplice en la organización criminal ‘Los Intocables de la Corrupción’ y secretario general del partido Perú Primero. Figueredo se movió continuamente entre el interior de la casa y la calle, recibiendo y despidiendo visitantes.
El otro vehículo, propiedad de la empresa ‘La Quinta Fruta’, era de Cristina Manrique Mansilla, también denunciada por corrupción y amiga cercana de Vizcarra.
Durante el nefasto gobierno de Vizcarra, Manrique Mansilla ocupó el cargo de directora ejecutiva del Programa de Mejoramiento Integral de Barrios del Ministerio de Vivienda. Trascendió que fue separada por actos ilícitos.
Entre los visitantes, se destacó la llegada de Jorge Marlon Gleni Sosa, excandidato a la alcaldía por Juntos por el Perú y ahora vinculado a Perú Primero, y Samuel Ramos Meneses, presidente de la Asociación de Propietarios de Carabayllo.
Un seguimiento más exhaustivo reveló asistencias de personajes clave como Julio César Molleda Solís, vocal de procedimientos concursales de Indecopi y miembro del directorio de ElectroPerú.
Los encuentros, siempre misteriosos, generaron interrogantes sobre las conexiones y los motivos detrás de estos encuentros. Molleda, nombrado en 2019 con una resolución firmada por Vizcarra, también era gerente general de ESMETAL SAC, empresa que ganó contratos millonarios con el Estado, según informó Contracorriente.
La relación de Vizcarra con funcionarios y empresarios no se limita a la política interna. Indecopi presentó un estudio de mercado que recomienda reducir las exigencias para el transporte de caudales, lo cual coincide con un pedido de facultades exclusivo del Ejecutivo, aprobado por el Congreso. Esta ley podría facilitar el transporte de bienes sin la intervención de la policía, generando preocupaciones sobre posibles actividades ilícitas.
Martín Vizcarra lo niega todo
Consultado sobre estas reuniones, Vizcarra negó conocer a Molleda Solís y cualquier implicación, a pesar de las pruebas de su participación en dichas reuniones.
La oficina clandestina en Surco, propiedad de Amelia García Márquez, madre del representante de Ciscsa en Perú, una empresa del magnate Carlos Slim, añade otra capa de misterio a las actividades del exmandatario.
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