Noemí Alvarado sobre Nilo Burga de Frigoinca: “Lo que yo creo es que lo han matado”
Trabajadora, desde la clandestinidad, pone en tela de juicio versión de suicidio.
Noemí Alvarado Llanos cuestionó categóricamente la versión del suicidio de Nilo Burga Malca, empresario y dueño de la productora de alimentos en la Frigoinca, hallado muerto en un hotel el 25 de diciembre.
Alvarado, quien trabajó para Burga durante seis años y se destacó como su "vendedora estrella", sostiene que Burga fue víctima de un crimen y teme por su seguridad, por lo que cambió de residencia y vive en la clandestinidad.
“Lo que yo creo es que lo han matado”, declaró Noemí Alvarado. Su testimonio surge tras las últimas semanas compartidas con Nilo Burga, especialmente en los momentos en que el empresario enfrentaba las acusaciones de corrupción en el caso de las conservas Don Simón distribuidas por Qali Warma.
Alvarado relató cómo Burga intentó desvirtuar la información filtrada por 'Punto final' y cómo su esposo, Gonzalo Barreto Burga, fue involucrado en este esquema.
La extrabajadora, además, describe los vínculos íntimos entre su esposo y Nilo Burga, lo que refuerza su percepción de que la muerte del empresario fue un asesinato y un intento de silenciarlo para encubrir.
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Frigoinca, la productora de alimentos enlatados dirigida por Nilo Burga, estuvo en el centro de un escándalo desde que se destapó la implicación en la distribución de conservas que contenían carne de caballo.
Este hecho, vinculado directamente con las denuncias de corrupción en Qali Warma, intensificó la presión sobre Burga y su círculo cercano. Noemí Alvarado fue testigo directa de los intentos por ocultar estos ilícitos y señaló cómo, en los días previos a su muerte, Burga buscaba desesperación.
Alvarado mencionó que el escándalo fue cuidadosamente orquestado para minimizar las posibles sanciones y para desviar la atención pública hacia acusaciones falsas. “Nilo Burga sabía que, si las pruebas salían a la luz, su empresa sería el objetivo principal. Intentaron todo para borrar las huellas, pero yo no participé en eso”, aseguró.
El celular robado de Noemí Alvarado se convirtió en una pieza clave en este esquema de encubrimiento. Según su testimonio, Gonzalo Barreto Burga, esposo de Alvarado, fue utilizado para desviar la atención hacia un supuesto robo del dispositivo, lo que culminó en la filtración de información.
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