Pareja de Nilo Burga admite haber redactado carta hallada en auto de empresario
Escándalo salpica a familia de Nilo Burga.
El fallecimiento del empresario Nilo Burga Malca, dueño de Frigoinca, desató una serie de interrogantes sobre su vinculación con presuntas redes de corrupción y encubrimientos.
Una carta manuscrita hallada en su vehículo señaló directamente a Noemí Alvarado Llanos, excolaboradora de la empresa, como responsable de beneficiar a compañías competidoras a través de irregularidades en el programa Qali Warma, rebautizado como Wasi Mikuna. Sin embargo, nuevos testimonios y hallazgos cuestionan la autenticidad del documento.
Elita Farro Medina, pareja del empresario, admitió durante un interrogatorio policial que fue ella quien redactó la carta, siguiendo instrucciones de Burga. Según Farro, el empresario solo firmó el manuscrito, lo que causó dudas sobre sus verdaderas intenciones.
La misiva, que no menciona explícitamente un deseo de suicidio, se enfoca en exonerar a Burga de las acusaciones relacionadas con el manejo irregular de las conservas ‘Don Simón’.
Las declaraciones de Noemí Alvarado complican aún más el caso. La extrabajadora entregó a la Fiscalía grabaciones, mensajes y comprobantes de transferencias que, según ella, demuestran que las órdenes para los pagos indebidos a funcionarios provenían directamente de Burga y sus hijos.
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Estas pruebas sugieren que la empresa continuó abasteciendo productos cuestionados al programa estatal, pese a los constantes reclamos por calidad y denuncias de intoxicaciones.
Por su parte, la División de Investigación de Homicidios descartó inicialmente la hipótesis de homicidio en la muerte de Burga, atribuyéndola a una autolesión deliberada.
El informe forense, sin embargo, dejó cabos sueltos, como los cortes en las manos del empresario, que podrían ser indicios de un intento de defensa ante un posible agresor.
Este incidente se suma a un historial polémico de Frigoinca. En 2016, las autoridades intervinieron las instalaciones de la empresa en Pacanga, La Libertad, por procesar carne de caballo y burro, implicando nuevamente a la familia Burga.
Mientras la investigación continúa, los agentes revisan cámaras de seguridad y analizan el celular de Burga para determinar con quiénes se comunicó antes de su muerte.
Este caso, cargado de contradicciones y revelaciones, mantiene bajo la lupa no solo a Frigoinca, sino también a las instituciones implicadas en las irregularidades denunciadas.
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