Piura: ¿por qué el 13 de octubre es día no laborable?

Desde hace 4 años, mediante una ordenanza municipal, los empleados del sector público y privado de la región de Piura gozan de un día no laborable producto de la celebración por imagen religiosa.

A través de la Ordenanza Regional 443 del 26 de agosto de 2019, se promovió los 13 de octubre de cada año como feriado en la ciudad norteña, a fin de que los fieles devotos puedan unirse a la procesión del Señor Cautivo de Ayabaca.

Tal como en Lima, el Señor de los Milagros es enaltecido, cargado en hombros y acompañado en peregrinación por miles de creyentes. La sierra piurana rinde tributo a la imagen del 'Santo Patrono de la religiosidad, costumbrismo espiritual y cultural en el norte del Perú', la cual fue declarado como Patrimonio Cultural de la Nación desde 2013 por el Congreso de la República.

Piura y el origen del Señor Cautivo de Ayabaca

En pleno siglo 18, el sacerdote español de apellido García Romero quiso entregar a su pueblo y a los fieles creyentes una imagen representativa de Jesucristo.

Para ello, eligió un tronco de un árbol de cedro, del cual brotó sangre después de que un labrador le dé un hachazo. Luego de ser encontrado en el cerro Sahumerio de la zona de Jililí ubicado en Ayabaca, la  provincia recibió la visita de tres jinetes vestidos con ponchos blancos de lana montados en caballos albinos.

Tras su arribo al pueblo, se presentaron como artistas talladores y se comprometieron a ayudar a esculpir la estatua, pero bajo la condición que nadie supiera que están ahí y que no los interrumpan ni los vean desarrollando su trabajo.

Transcurrido el tiempo, la curiosidad de los pobladores de Ayabaca pudo más que su paciencia, y tras insistir creyendo que fueron burlados o estafados, forzaron la puerta del lugar, donde se encontraban los jinetes, dándose con la sorpresa que el taller estaba vacío e incluso la comida permanecía intacta.

Profundamente decepcionados buscaron por todo el recinto, y de pronto, ante ellos vieron de manera imponente y majestuosa a la escultura de un Cristo Nazareno con las manos cruzadas que medía 1.80 cm.

Según los habitantes, los autores fueron ángeles vestidos de chalanes enviados por Dios, que al concluir la escultura alzaron vuelo y se perdieron, llamándolo como una “obra de ángeles”.

Desde aquel entonces, incentivaron la historia de fe y devoción que se acrecentó hasta que en 1904. El Reverendo Padre Tomás Eliseo Velásquez inauguró el templo donde se sitúa actualmente la imagen del Señor Cautivo, venerado anualmente cada 13 de octubre, según el Arzobispado de Lima.

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