Raúl Prado Ravines: todo sobre la captura del comandante PNP (r) en Comas
El caso arrastra una red de oficiales que habrían simulado operativos para matar.
La División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (Diviac) concretó este jueves 5 de junio la captura de Raúl Prado Ravines, excomandante de la Policía Nacional del Perú (PNP) y presunto líder del denominado ‘Escuadrón de la muerte’, una organización criminal que habría operado en el interior de la institución entre 2012 y 2015.
El exoficial, prófugo desde 2022, cayó en el distrito limeño de Comas tras una operación de inteligencia, en cumplimiento de una sentencia de 35 años de prisión por homicidio calificado.
Los agentes del orden ejecutaron su detención en medio de un despliegue discreto, tras meses de seguimiento.
Sobre Prado Ravines pesaban una orden de captura internacional y una recompensa de 100 mil soles por información que condujera a su paradero.
Si bien las autoridades no confirmaron si alguien cobró la recompensa, fuentes del caso no descartan que una delación haya sido clave.
La trayectoria de Prado Ravines quedó manchada tras revelarse que encabezó una red que simulaba operativos policiales para ejecutar extrajudicialmente a personas identificadas como supuestos delincuentes.
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La Fiscalía determinó que la red criminal, integrada por oficiales y suboficiales, buscaba obtener condecoraciones, ascensos y beneficios económicos mediante la ejecución de víctimas que previamente eran atraídas con engaños.
La primera alerta sobre el escuadrón surgió en noviembre de 2012, cuando tres cuerpos aparecieron con disparos a quemarropa en Puente Piedra.
La versión oficial habló de un enfrentamiento con secuestradores, pero la investigación desmontó ese relato.
Emboscadas disfrazadas de operativos
La denuncia del comandante Franco Moreno Panta, medio hermano de una de las víctimas, permitió reconstruir los hechos y evidenciar que la escena fue una emboscada planificada.
“El patrón se repitió al menos en nueve ocasiones”, reveló la Fiscalía. En una de las intervenciones más crudas, agentes asesinaron a cuatro personas en Piura tras simular el desmantelamiento de una banda.
Incluso un taxista inocente casi fue ejecutado en Lima por un error de identificación, lo que expuso la arbitrariedad de los procedimientos.
La fuga prolongada del excomandante
El caso escaló con el impulso del fiscal Álvaro Rodas y el respaldo político del entonces ministro del Interior, Rubén Vargas.
Ambos desarticularon el andamiaje institucional que protegía a los implicados. La red accedía a fondos por supuestas labores de inteligencia y cobraba recompensas basadas en información falsa, mientras ejecutaban operativos ficticios.
En marzo de 2022, el Poder Judicial dictó sentencias contra Prado Ravines y otros cabecillas, como Carlos Llanto Ponce y Williams Castaño Martínez.
Pero el principal líder evadió la justicia y permaneció oculto durante más de dos años.
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