“Saltaba o moría”: la valiente decisión que salvó a joven de 24 años en peor tragedia de Pasamayo
Max Jiménez no tuvo otra opción y consiguió escapar de abismo.
El 2 de enero de 2018, Perú amaneció consternado. Un bus de la empresa San Martín de Porres se precipitó más de 150 metros por un acantilado en la carretera Serpentín de Pasamayo, dejando 52 muertos.
Solo siete personas sobrevivieron. Uno de ellos, Max Jiménez Vilcayaure, protagonizó una historia que aún conmueve por su coraje y rapidez.
Mientras los pasajeros gritaban tras el impacto del bus con un camión que invadió el carril contrario en la temida "Curva del Diablo", Max no se paralizó.
En apenas segundos, observó que el vehículo se desviaba hacia el precipicio. No esperó indicaciones ni auxilio: eligió saltar por la ventana antes de que el bus se precipitara al abismo.
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“Me lancé por la ventana. Era eso o morir”, declaró días después desde el Hospital de Chancay. El joven de 24 años, estudiante universitario, cayó al asfalto con algunos golpes y una fractura leve en el brazo izquierdo, pero con vida.
Su valentía no terminó en el salto. Ya herido, Max se incorporó por sus propios medios y pidió ayuda. Un taxista lo recogió en medio del caos y lo trasladó directamente al hospital.
Allí recibió atención médica inmediata. “El paciente de 24 años refiere que se lanzó antes de que el ómnibus cayera al precipicio. Tiene múltiples golpes, pero está estable”, indicó uno de los médicos que lo atendió.
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