Tren Lima-Chosica: segundo lote llegará en agosto y Municipalidad de Lima se encuentra lista para recibirlo
Regidora Roxana Rocha confirmó que comuna tiene resuelto el aspecto logístico de recepción del material ferroviario.
La Municipalidad Metropolitana de Lima afirmó que ya cuenta con un espacio habilitado para almacenar el segundo lote de trenes que llegará en agosto como parte de la donación llevada a cabo por la empresa estadounidense Caltrain.
La regidora Roxana Rocha confirmó que la comuna tiene resuelto el aspecto logístico de recepción del material ferroviario que busca viabilizar el proyecto del tren Lima-Chosica.
“Ya está solucionado dónde se va a almacenar el segundo lote”, precisó Rocha en diálogo con un medio local, tras detallar que la llegada del nuevo cargamento está prevista para las primeras semanas de agosto.
Este nuevo envío incluirá 47 coches y 9 locomotoras, que complementarán el primer lote recibido recientemente: 43 vagones y 11 locomotoras que arribaron al puerto del Callao el sábado pasado.
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Ese primer lote ya se encuentra en el patio taller del terminal Monserrate, espacio habilitado especialmente para su mantenimiento.
Según indicó la funcionaria, en ese lugar se ejecutará la limpieza profunda de los vagones, la reposición de fluidos esenciales retirados para su traslado, y la verificación técnica de cada componente.
Además, la comuna limeña deberá seguir un proceso técnico-administrativo antes de poner en marcha el servicio.
En primer lugar, convocará a un concurso público que durará aproximadamente 50 días, para elegir al operador del tren. Esta empresa ganadora obtendrá la buena pro y el título habilitante para operar el material ferroviario.
Una vez definido el operador, deberá suscribir un contrato con la empresa Ferrovías Central Andino (FCA), responsable de la infraestructura ferroviaria en el tramo.
La normativa vigente establece que FCA debe instalar los servicios esenciales, entre ellos estaciones, señalización, seguridad ferroviaria y guardavías. Según estimaciones de la Municipalidad, este proceso tomará cerca de tres meses.
Tras la fase de mantenimiento, las unidades pasarán por pruebas de funcionamiento sin pasajeros —llamadas marchas en vacío— para ajustar el rendimiento técnico sobre los rieles.
Posteriormente, se instalarán vallas de seguridad en las zonas residenciales cercanas a las vías férreas, así como señalización horizontal y vertical en los cruces, para garantizar el paso prioritario del tren.
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