Alerta que la destitución es políticamente temeraria y exige, para contener la volatilidad, un gabinete técnico, continuidad de inversión pública, protocolos claros para la protesta, cobertura responsable sobre Jerí, metas de seguridad medibles y un acuerdo mínimo Ejecutivo–Congreso–Regiones que preserve la regla fiscal y evite reformas improvisadas rumbo a 2026.