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César Gutierrez Peña

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Hacer predicciones sobre lo que viene en el terreno económico en el próximo gobierno no tiene sentido alguno mientras la incertidumbre política exista, que para empezar tiene dos etapas: el desenlace en el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) y el inicio del periodo gubernamental el próximo 28 de julio.

Se estima que en la presente semana el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), decidirá el desenlace de la reciente segunda vuelta electoral, y en la eventualidad que Pedro Castillo (PC) fuese proclamado Presidente de la República, es pertinente preguntarse cuál será el panorama tanto en el terreno político y económico?

Transcurridos ocho días de las elecciones de la segunda vuelta presidencial, el nivel de polarización ha llegado a un punto tal que trascenderá al resultado electoral que debería anunciar el Jurado Nacional de Elecciones, en el transcurso de la presente semana; aunque ya se atisba por el lado de las huestes que apoyan a Keiko Fujimori, que se manejan en una franja que va desde darle de largas a

Una elección con votación dividida casi en partes iguales, deja temas para la reflexión y la acción. Para mí es un resultado inesperado, el análisis de los guarismos de primera vuelta, sectorizados en votos de derecha respecto a los demás, indicaban que, entre Lima y Callao, Norte y Oriente, había una diferencia de 22% y en el total nacional de 12%, que favorecían a Keiko.

A mediados de mayo pasado, mientras los resultados de las encuestas quitaban el sueño a muchos, el Ministerio de Energía y Minas (Minem) publicaba un decreto supremo (DS) que impactará directamente en el costo del energético para los consumidores de gas natural (GN) de todas las categorías.

Mientras en el mundo la generación de electricidad con recursos renovables (RER) marcha aceleradamente no solo en participación de abastecimiento de la demanda, sino también en tecnología, pasando de las clásicas solares, eólicas, geotermia y biomasa; a la termosolar, eólica marina, electromovilidad e hidrógeno; en nuestro país ha sufrido un estancamiento, no solo con las tendencias mundiales s

La campaña política por las presidenciales peruanas ha llegado a un nivel de polarización tal, que al hablar de ambientalismo se corre el riesgo de ser tildado como comunista, y si se hace mención a la política emprendida por el presidente Joe Biden, el calificativo cambia a caviar.

Osinergmin ha dado por resuelta la llamada “guerra eléctrica”, estableciendo por resolución (Osinergmin-092-2021-OS/CD) lo que se venía reclamando desde el año 2016: que los costos de las componentes del gas natural -suministro, transporte y distribución- son variables.

Los jóvenes entre 18 y 34 años, que representan el 37% del electorado, son poco sensibles a la campaña del “terruqueo” y del comunismo que se viene difundiendo.

Inexorablemente la justicia peruana tendrá que participar en la investigación del caso Gunvor, donde un exempleado, Raymond Kohut (RK), se ha declarado culpable ante un juez federal del distrito de Brooklyn, en Nueva York, de gestionar pago de sobornos por 22 millones de dólares (MMUS$), a favor de funcionarios de Petroecuador.

El próximo 3 de mayo, el Osinergmin (OSN) deberá publicar la resolución que defina las reglas para determinar el precio del gas natural (GN) con el que se determina el costo de la energía en el mercado de corto plazo (MCP), al cual acceden 1,442 personas jurídicas, denominados clientes libres (CL).

La información disponible al momento de escribir esta columna es el conteo rápido al 100% realizado por la encuestadora Ipsos, que coloca a Keiko Fujimori con 2% por encima de Rafael López Aliaga, cifra que sería definitoria si no hay errores en la muestra tomada para la evaluación.

Tomando una frase célebre de la guillotinada en 1793, Madame Roland, pronunciada en el cepo de la máquina de la muerte: “¡Oh Libertad!, ¡cuántos crímenes se cometen en tu nombre!”, hoy, en la guerra eléctrica peruana podemos citar: “inversión, cuánto se miente en tu nombre”.

En los últimos tres años, la polarización de la política peruana ha llegado a niveles que han entorpecido el desarrollo de una buena gestión gubernamental, que ni siquiera ha permitido enmendar rumbos sectoriales que son urgentes, menos aún ha sido posible siquiera pensar en reformismo.

En la confrontación entre empresas del sector electricidad, con impacto en el consumidor, el Osinergmin (OSN) deberá publicar el próximo 30 de abril, el procedimiento para la fijación del precio del gas natural (GN) de las centrales termoeléctricas, que es el centro del conflicto.

Las cifras de las encuestas que siempre son materia de duda, aún a 30 días de las elecciones, porque desde hace 31 años la realidad ha sido muy diferente de lo anunciado, si en algo coinciden es que aún tienen posibilidades tres candidatos de derecha que confrontan con los que están en las antípodas de pensamiento económico.

Desde hace 20 años, en las campañas electorales presidenciales, ha habido casos controvertidos sobre la participación del capital privado en inversiones que deberán decidirse en el ejercicio gubernamental. En el 2001, fue la privatización de Egasa y Egesur; en el 2011, fue el proyecto minero Conga y en este 2021, el proyecto cuprífero Tía María.

A cerca de dos meses que venza el plazo para que Osinergmin se pronuncie sobre el procedimiento para definir el precio del gas natural (GN) para las termoeléctricas, subvaluado desde el 2017, con efectos perniciosos en el mercado de corto plazo (MCP), donde acceden principalmente productores (generadores) y distribuidores; hay en curso una campaña mediática para amedrentar a los directivos del

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