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Cristina Luna

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Estamos a puertas del primer discurso presidencial que dará Pedro Castillo, este trascendental 28 de julio. El profesor que llega a la casa de Pizarro en nuestro bicentenario convirtiéndose en el mandatario número 130, de acuerdo al listado de Presidentes o Gobernantes del Perú del Congreso de la República.

La incertidumbre electoral, que agrava la crisis política actual, ha traído como consecuencia no solo un incremento no esperado en el valor del dólar, el cual tras un mes de vaivenes llegó a tocar su pico; sino que además vía un efecto dominó se ha impactado la canasta familiar.

En las presentes elecciones, que increíblemente aún no acaban, mucho se criticó si el peruano decide su voto a ciegas, sin investigar, en la cola del centro de votación. La respuesta, según el informe de ATTACH revela no solo que el bolsillo sí pesó, si no que además el activo (o pasivo) reputacional del candidato fue determinante para determinar el voto.

¿Cómo creer en las promesas sin fundamento? ¿Cómo creer que todo lo prometido no te afectará tal como (varias voces) te lo advirtieron? Lo que hoy enfrentan los empresarios es un acto de fe para seguir produciendo y creando empleo, en el peor contexto posible.

La imprudencia con la que se maneja Pedro Castillo es comparable con la falta de propuestas concretas de su plan de gobierno. En pleno calor electoral, presenta de manera enredada una reforma del sistema de pensiones. Así, y sin misericordia, el candidato presidencial de Perú Libre, nos da una muestra sobre cómo tratará temas estructurales y sumamente sensibles para los peruanos.

Por Cristina Luna

En los últimos años, los retiros de aportes a las AFP o de las CTS han creado un fenómeno nuevo: el peruano pequeño capitalista. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática, 800 mil viviendas peruanas cuentan con el servicio de gas natural. Muchos de dichos inmuebles fueron comprados como una forma de inversión.

Mientras que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se encuentra en plena faena para poner en marcha un estímulo económico por US$1,9 billones y presenta un plan por US$ 2.3 billones para la generar empleo vía la infraestructura, tal como también trazan China y Europa, en este lado del continente nos encontramos debatiendo no solo cuál es el modelo económico que necesitamos seguir sino ade

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