Vaivén de la canasta

La incertidumbre electoral, que agrava la crisis política actual, ha traído como consecuencia no solo un incremento no esperado en el valor del dólar, el cual tras un mes de vaivenes llegó a tocar su pico; sino que además vía un efecto dominó se ha impactado la canasta familiar.
La inflación del mes de junio en la ciudad de Lima reveló que los grandes grupos de consumo incrementaron sus precios. Así observamos que el Instituto Nacional de Estadística (INEI) informó que Alimentos y Bebidas subió 0,79%, Alquiler de Vivienda, Combustibles y Electricidad 0,73% mientras que Transportes y Comunicaciones con 0,66%.
¿Cómo se traduce esto? Mirando el documento técnico hallamos que, en el mes de junio de 2021, de los 532 productos que componen la canasta familiar 333 subieron de precio, 96 bajaron y 103 no mostraron variación.
Pero Lima no es el Perú. Si observamos la cifra de inflación nacional observamos que llegó a 0.52% y por encima de dicho valor se ubican 13 de 26 ciudades monitoreadas.
Así los peruanos de a pie, hemos probado un bocado de lo que cuesta vivir la incertidumbre y nos acerca a momentos que dejamos en el pasado, cuando vivíamos a bajo la zozobra de la hiperinflación. Recordemos que, durante el gobierno de Alan García, la inflación acumulada llegó a 2178,49%.
Es claro que, durante el sexto mes del año nuestra canasta no esta rota como estuvo entre 1985-1990, si no apenas magullada. Las amas de casa, han vuelto hacer magia para lograr llegar a fin de mes, en un momento en el cual las cifras de empleo han registrado valores no vistos. Si seguimos por esta ruta, corremos el riesgo de tener una canasta rota, algo que ya vivimos y definitivamente no nos gustaría revivir.
Ante dicho panorama, era urgente tener claro quien liderará el Banco Central de Reserva (BCRP), ante el anuncio de Julio Velarde de que próximamente podría dejar su asiento en la presidencia. Esta crisis pasó rápidamente a la historia, cuando el economista recibió la propuesta de continuidad por parte del candidato presidencial Pedro Castillo.
Lo que sí representó un duro golpe fue el anuncio de la Cámara de Comercio de Lima: 6.3 millones de peruanos dejaron de pertenecer a la clase media en el 2020 debido a la crisis económica generada por la COVID-19. Recordemos que la inflación representa el impuesto más cruel para las personas que se encuentran en situación de pobreza, pues diluyen sin misericordia sus ingresos.
Es claro que los peruanos ya estamos acostumbrados a los vaivenes políticos, pero aún no digerimos bien los económicos, por ello es saludable tener una relativa claridad sobre el BCR. Esta decisión podía representar la supervivencia de la canasta familiar, por lo cual podemos decir (viendo el vaso medio lleno), que algo hemos aprendido en los últimos 40 años. Sin embargo, nada esta dicho. Los peruanos nos merecemos un gobierno que nos saque de la crisis.

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