Llega la hora del humo blanco en el Vaticano: cuenta regresiva para definir al sucesor de Francisco
Esta mañana, a las 9.30 (hora peruana), empieza la primera votación del Cónclave para elegir al nuevo papa. Hoy solo habrá una. Luego podrán llevarse a cabo 4 por días.
En un extremo el Espíritu Santo. En el otro, las casas de apuestas. Y en el medio una deslumbrante capilla, en cuyas bóvedas está la huella de Miguel Ángel Buonarroti. Así es hoy el mundo y así lo encontrará el sucesor de Francisco: en crisis, dividido, enconado y como siempre harto de las desigualdades pero también de las novedades que no resuelven nada o muy poco.
En las casas de apuestas – esa avaricia que lo ha invadido todo– los diller del mundo entero llaman a viva voz a los favoritos y a los que van asomando como tales.
Ningún cardenal devuelve la plata, ni siquiera el italiano y actual secretario de Estado, Pietro Parolin, que según las buenas y las malas lenguas, tendría ya 50 votos asegurados pero que distan mucho de los 89 que se necesita para ser proclamado Papa.
Muchos tienen chance, hasta el jesuita Jean-Claude Hollerich, arzobispo de Luxemburgo, que podría repetir el plato para la congregación de San Ignacio de Loyola.
Mientras tanto, 133 cardenales con derecho a voto, ingresarán esta mañana a la capilla Sixtina a repetir un ritual de siglos y a encomendar al Espíritu Santo una elección que tiene tanto de divina como de humana y que se produce con el espectacular acompañamiento de los medios y de las redes sociales desatadas por este acontecimiento. Es, sin duda, el cónclave de los medios.
Solo algo es cierto: Nunca se sabe quién será el elegido.
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