¡Bomba fiscal! Moody’s enciende las alarmas y cuestiona malgasto de dinero en Petroperú
Clasificadora de riesgo indica que salvatajes deterioran la fortaleza fiscal del Perú y denotan un serio desvío de recursos que deberían destinarse de mejor manera.
El gobierno de Dina Boluarte ha optado por el camino más fácil y más irresponsable: abrir las arcas del Estado para tapar los agujeros de Petroperú, una empresa quebrada, corroída por la corrupción y que ya no se sostiene por sí sola. No es gestión, es populismo fiscal en su peor versión.
Mientras el país clama por hospitales, colegios y seguridad, la presidenta dilapida miles de millones en rescates inútiles que hipotecan el futuro del Perú. Lo más grave: la factura no la pagará ella, sino el próximo gobierno, que recibirá una verdadera bomba de tiempo en las cuentas fiscales.
Lejos de impulsar reformas estructurales o abrir la empresa a la inversión privada, Boluarte ha optado por el atajo más dañino: seguir sosteniendo con dinero público a Petroperú, pese a su historial de ineficiencia y sobrecostos.
Al respecto, Moody’s, una de las agencias de riesgo más influyentes del mundo, ya prendió las alarmas. La calificadora advierte que estos salvatajes deterioran la fortaleza fiscal del país y significan un serio desvío de recursos que deberían destinarse a cerrar las enormes brechas sociales.
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“Es plata de los peruanos que se está malgastando en darle salvatajes a Petroperú, que no ayuda en ese sentido. Si la empresa fuese operada o manejada de una forma más profesional, con técnicos, con buena gobernanza, otra sería la historia, pero ha habido muchas distorsiones a lo largo de los años que están costándole a todos los peruanos de forma real, con sus impuestos y de forma de oportunidades en gastos que no se están haciendo en otros temas”, manifestó Jaime Reusche, vicepresidente del Grupo de Riesgo Soberano de Moody’s.
Reusche subrayó que los salvatajes no son una simple partida contable: representan la confiscación silenciosa del esfuerzo de millones de ciudadanos.
“Sin lugar a dudas, Petroperú es un riesgo que le cuesta a todos los peruanos. Los impuestos que pagan en su IGV, que generan recaudación para el Estado, son recursos muy limitados que deberían destinarse a más infraestructura, más puentes, reforzar cauces de ríos, educación, salud, servicios públicos, defensa, seguridad –el gran tema del país, que se ha deteriorado significativamente– y que en cambio se están yendo a un salvataje de una empresa que no emplea a mucha gente y que, en cuanto a su huella económica, no es un gran generador de empleo”, precisó Reusche.
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