ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

144 años de la victoriosa Batalla de Palca

Imagen
Fecha Publicación: 17/07/2024 - 22:00
Escucha esta nota

El martes 16 de julio recordamos un aniversario más de la histórica Batalla de Palca, en la sierra de Tacna, acontecida en 1880, a pocos días de la epopeya del Morro de Arica. Fue de las pocas batallas victoriosas que tuvimos durante la guerra con Chile.

En este episodio bélico, que ha cumplido 144 años, sobresalió la figura del teniente coronel, Juan Luis Pacheco de Céspedes, de nacionalidad cubana, y entrañable amigo del coronel Leoncio Prado –enterado del inicio de la guerra vino al Perú acompañando al héroe de Huamachuco (1883) en el deseo de reciprocar su amor por Cuba–, junto a bravos indígenas y pocos mestizos, todos como los montoneros de la Resistencia en la sierra central liderada por el General Andrés A. Cáceres, que hicieron sucumbir al escuadrón chileno, Lautaro.

Hubo un sobreviviente que fue en busca de refuerzos, permitiendo a las tropas chilenas arremeter contra la población civil, tipificando el denominado Repase que el eminente Jorge Basadre, hijo de Tacna y mayor historiador de la República, lo reportó como conducta punible en un acto de guerra durante las diversas batallas que se produjeron durante la contienda bélica.

Debo reiterar que por el Repase, Chile debería pedir perdón al Perú y decirlo no es un gesto inamistoso. Al contrario, contribuirá a afirmar la mayor relación, no sólo vecinal, sino de hermandad que los dos países merecen seguir afianzando. Así también le pondremos coto a los pocos compatriotas que aún siguen pregonando la idea absurda, febril y demagoga de la recuperación de Arica y Tarapacá.

Sigo investigando, junto a historiadores e intelectuales tacneños, principalmente, acerca de los hechos sucedidos en el enfrentamiento de Palca –el año 2023, viajé acompañado del Dr, Willy Sacio Matute, Director de la prestigiosa revista VIVIR BIEN, hasta el mismo lugar en que se produjo el hecho de armas–, y lo primero que debemos corregir es la errada calificación de guerrilla a los campesinos que combatieron junto a Pacheco, no solo porque no lo fueron, sino por tratarse de una denominación proscrita por el derecho internacional de la guerra.

Hacerlo será un gesto de respeto por quienes murieron por amor a la patria en esas tierras tacneñas. También debemos acabar con el errado argumento de ciertos expertos del Ministerio de Cultura que no considera a Palca una batalla porque los combatientes no sumaron por lo menos 500 personas como si las batallas para así ser reconocidas, dependieran de las matemáticas.

Se trata de catalogadores artificiales de la historia, sin profundidad conceptual y básicamente empíricos, respecto de la calificación de la naturaleza de una gesta y de una hazaña con todas sus letras que, por su actitud recalcitrante, Palca no ha sido inscrita en el alto lugar que sus caídos merecen, y eso debe cambiar. ¡Reitero mi pedido de que el Congreso de la República pudiera hacerlo, siempre pensando en el ego e imaginario de la victoria nacional!, que es indispensable para nuestro desarrollo.

Rompamos con esos intelectualoides esclavos del prejuicio y adictos al racismo, casi siempre alienados y enmascarados en un país aún fracturado. En la guerra con Chile, que perdimos por una clase política mediocre, dominada por su absoluta inconciencia sobre el valor de la defensa nacional, felizmente tuvimos muchos héroes, que fueron el alma y la dignidad del Perú.

Estoy seguro que Grau, Bolognesi y Quiñones, desde el cielo de los justos, exigen que los bravos indígenas muertos en Palca –como Alberto Medina Cecilia (1862-1948), el grumete negro del monitor Huáscar que dio su vida por el Perú y sobrevivió al combate–, ingresen en el currículo escolar para quedar inscritos en la memoria colectiva de los peruanos, como pasa en otros países (Alemania, Japón, EE.UU., etc.), que hoy son grandes y poderosas naciones.

(*) Excanciller del Perú e Internacionalista

Mira más contenidos siguiéndonos en FacebookXInstagramTikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.