A 190 años del nacimiento de Miguel Grau, ¿qué debemos hacer para honrarlo?

Hoy, que recordamos 190 años del nacimiento de Miguel Grau Seminario, el “Caballero de los Mares” y “El Peruano del Milenio”, tenemos 3 tareas pendientes para honrarlo mirando los intereses marítimos del Perú: 1.° Insisto en que debe ser inscrito en la secretaría general de las Naciones Unidas, el Acta de la ubicación del punto exacto –con coordenadas geográficas– del límite marítimo entre Perú y Chile, del 25 de marzo de 2014, que fue un impecable trabajo técnico realizado por nuestra Gloriosa Marina de Guerra, y en general por las Fuerzas Armadas del Perú, y las de Chile, conforme la delimitación marítima establecida por la Corte Internacional de Justicia en su fallo del 27 de enero de 2014. Recordemos que este trabajo de enorme precisión técnica delimitadora nunca debió realizarse pues al Perú correspondió solicitar a la Corte que lo haga. En su sentencia el tribunal planetario dijo de manera expresa que las partes (Perú y Chile) no se lo habían pedido, que es lo mismo que el Perú, dado que fuimos los demandantes y nos tocaba. Fue un error gravísimo, pero felizmente Chile no se hizo problemas y en respeto del derecho internacional y del espíritu de la sentencia, procedió a llevar adelante dicho proceso de ubicación del referido punto exacto del límite marítimo con nuestro país. Reconozcamos ese acto de madurez chilena. Ahora bien, para que sea consumado el aludido perfeccionamiento del fallo, conforme el referido derecho internacional, deben hacerlo los dos países, conjuntamente, es decir, nunca unilateralmente porque será nulo de toda nulidad. Por ello, a 10 años de la sentencia, nuestra diplomacia no debería dejar para las calendas griegas esta tarea, exigiendo a la chilena, conforme las prácticas diplomáticas, concluirlo de una vez y para siempre en señal de confianza bilateral. Pero como no me quedo callado pues soy un académico sin hipotecas, diré que es una vergüenza completa que, mientras el Perú cuenta con una cartografía marítima conforme el trazado del veredicto de la Corte de La Haya, Chile siga manteniendo el mapa del límite de facto, es decir, del paralelo hasta las 200 millas, que sostuvo arbitrariamente durante todo el tiempo anterior al juicio internacional. 2.° El Congreso de la República, sin más pérdida de tiempo, debería decidir la adhesión del Perú a la Convención del Mar de 1982, pues van 42 años que no somos parte de este tratado que regula los espacios oceánicos. Se encuentra en ese Poder del Estado, habiendo sido impulsada la referida adhesión primero por el excanciller Javier Pérez de Cuéllar en 2001, que lo remitió para su ratificación, y luego, en 2022, cuando en mi condición de ministro de Relaciones Exteriores, presenté la solicitud formal y oficial al Poder Legislativo para llevar adelante la anhelada vinculación por adhesión a la Convemar. En nuestro Dominio Marítimo (200 millas), o sea en el Mar de Grau, contamos con soberanía y jurisdicción sobre los recursos vivos (peces) y no vivos (minerales) hasta esa distancia, y aquí conviene recordar que el 98% de lo que el Perú exporta al mundo sale por el mar. Es inconcebible que seamos el único país de Sudamérica y de los poquísimos en América Latina y en el mundo, que no sea parte de la Convemar –van 168 de los 193 que hay en el planeta– y más aún hoy, en que ya es inminente la inauguración del megapuerto de Chancay que, por la circulación marítima producirá una montaña de actos jurídicos en el mar que precisamente yacen regulados por la Convención; y, finalmente, 3.° Debería oficializarse el 27 de enero como “Día de la Victoria Nacional”. Habiendo sido derrotados militarmente por Chile en la guerra de 1879, los vencimos jurídicamente en Corte de Internacional de Justicia en 2014. Con carácter y decisión, es lo que se necesita para que honremos al Gran Almirante Miguel Grau.

(*) Excanciller del Perú e Internacionalista

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