2025: el año de la sanación nacional

Cada vez que llega el Año Nuevo, le deseamos a todos buena salud, prosperidad y amor. Pero, ¿qué está haciendo el gobierno, el Estado y el sector privado para que todos los habitantes del Perú puedan realmente gozar de estos tres elementos básicos que son la base de la felicidad?
El 2025 debería denominarse el año de la sanación nacional, para que desde el Estado y el sector privado se repare todo aquello que afecta la salud mental, física, emocional, familiar, económica, laboral, social y ambiental del Perú, principalmente de los 9 millones 800 mil peruanos que viven en pobreza.
Son ellos los que mueren de hambre y de diversas enfermedades físicas o mentales por la carencia de alimento, de un techo, de empleo, de servicios básicos como agua, saneamiento y electricidad, pero sobre todo, por la falta de una vida digna. Los que más sufren son los niños. Un indicador claro de esa necesidad urgente de sanación es que el 43 % de los menores de tres años están anémicos.
¿Qué están haciendo un millón 500 mil servidores públicos –el 14 % de ellos funcionarios y directivos– para demostrar su amor al prójimo y mejorar la calidad de vida de los peruanos? ¿Qué están haciendo para beneficiar a los ciudadanos y no a ellos mismos? ¿Qué hacen para alimentar a estos niños que mueren de hambre?
El Congreso aprobó un presupuesto nacional ascendente a S/ 251,801 millones para el 2025, con la promesa de mejorar la salud, educación, seguridad y saneamiento. Ojalá que, por amor al país, se gaste cada sol con honestidad, ya que, lamentablemente, el año pasado la Contraloría General de la República detectó que el costo de la corrupción representó más de 24 mil millones de soles. Una patada a la pobreza ocasionada por funcionarios y empresarios corruptos.
Si cada sol que se destina para dar agua y desagüe a los pobres se invirtiera honestamente, entonces 25 millones de peruanos podrían tener acceso continuo a estos servicios. Por fin, 6 millones tendrían hogares con acceso al alcantarillado. Se podría salvar la vida de millones de niños que hoy viven en condiciones insalubres y están en riesgo de morir de diarrea, meningitis, tuberculosis u otras enfermedades.
En el último año, la tasa de desempleo ha crecido un 17 %. Más de un millón de peruanos no logra conseguir trabajo. Esta situación provoca estrés, ansiedad, depresión y hasta intentos de suicidio en las personas sin empleo, lo cual impacta negativamente sus relaciones de pareja y a sus hijos.
Frente a ello, el Estado debería implementar un sistema de apoyo integral para las personas sin empleo, otorgar vales alimenticios y crear un servicio gratuito tipo LinkedIn en el que toda persona desempleada pueda publicar sus hojas de vida. Así se evitaría que los postulantes pierdan tiempo llenando diversas fichas en distintos portales virtuales, y los reclutadores encontrarían con más facilidad a los mejores candidatos en esa base de datos única.
Pero, sobre todo, es necesario que todos los servidores, especialmente los funcionarios y directivos, tengan la voluntad de trabajar con eficiencia e integridad para ayudar a sanar a un país que necesita demasiadas reparaciones internas. Y, por favor, ¡no endeuden más al país! La deuda bruta total del sector público, que incluye deuda interna y externa, alcanzó los S/ 345,278 millones al tercer trimestre del 2024. Si comparamos, la deuda es superior al presupuesto nacional. Esto es un claro indicador de la deficiente gestión pública.
En la tarea por sanar al país, debemos unirnos todos: Estado, empresas y grandes corporaciones multinacionales, sobre todo para mejorar la calidad de vida de los 10 millones de niños peruanos, que son el recurso más importante de la nación.
Que este 2025 trabajemos unidos para brindarles buena salud, prosperidad y, sobre todo, amor, porque el amor sana, une y transforma el presente en paz, bienestar y felicidad.
¡Bendiciones!

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