2026: año crucial para el Perú

A través de la historia existen momentos clave que determinan, para bien o para mal, el destino de los pueblos; algunos se forjan y planifican, otros simplemente suceden por azar, factores externos, o como consecuencia lógica de la Ley Física de Acción y Reacción.
Identificar esos momentos muchas veces es materia de un análisis histórico, pero los países o sociedades que pueden identificarlos con antelación cuando no planificarlos, son los que logran convertirlos en una oportunidad para alcanzar sus objetivos.
En ese sentido, el próximo año 2026, será para el Perú uno de esos momentos en los que podremos definir nuestro futuro y decidir si queremos seguir al “vaivén de las olas” o tomar firmes el timón y guiar a nuestro país hacia un destino promisorio.
Nuestra región está dando un giro político después de años de gobiernos mayoritariamente de izquierda socialista acompañados de altísimos niveles de corrupción e incompetencia para la gestión pública.
En Paraguay ya gobierna Peña del Partido Colorado desde agosto del 2023 y lo propio hace Milei en Argentina desde fines del mismo año. Ecuador ya reeligió a Noboa hasta el 2029 y en agosto se celebrarán elecciones en Bolivia con una izquierda muy desgastada, que ha llevado al país altiplánico a un desastre político, social y económico.
En noviembre Chile irá a las urnas y se espera un holgado triunfo de la derecha chilena ya que el actual gobierno de Boric ha sido bastante deficiente y, de acuerdo a las encuestas, obtiene más del 70 % de desaprobación en su gestión.
Para cerrar el ciclo, en mayo de 2026 Colombia realizará su primera vuelta electoral en donde también se espera un giro de 180 grados y en octubre de ese año será Brasil que elegirá al relevo de Lula da Silva, proyectándose un triunfo de la derecha o, al menos, una derrota de la izquierda.
Justamente ese 2026 nos tocará a nosotros una primera vuelta electoral en abril, en unas elecciones que serán quizás las más importantes en lo que va del siglo, ya que están en juego aspectos clave para nuestra nación.
Siete de los últimos ocho presidentes del Perú han sido procesados por diferentes actos de corrupción. No podemos seguir haciendo experimentos, Pedro Castillo nos costó años de relativa estabilidad política y económica, y miles de millones de dólares en falsos contratos y pago de favores, aparte de la ineptitud e incompetencia en el manejo del aparato estatal lo cual terminó de socavar la poca institucionalidad que les quedaban a muchos organismos del Estado. Como un pequeño ejemplo: antes de julio del 2021 los pasaportes se podían obtener o renovar el mismo día sin previa cita. Hoy, cuatro años después, todavía hay que conseguir una cita, cuyo tiempo de espera oscila entre una y tres semanas, para poder obtener o renovar el documento.
El mundo actualmente está en guerra. Esas guerras probablemente van ocasionar que algunos recursos energéticos se disparen en precio (como el petróleo) y que los países involucrados demanden una mayor cantidad de recursos, por lo cual debemos tener la visión y capacidad para satisfacer esos requerimientos si es que, pretendemos aprovechar la oportunidad.
Las elecciones del próximo año serán uno de esos momentos clave para nuestro país. Quienes asuman el gobierno a partir de julio deben ser conscientes de la coyuntura mundial y regional y ser capaces de capitalizar las oportunidades que nos brindan.
Probablemente no será tarea fácil, la minería ilegal y el crimen organizado intentarán controlar o seguir controlando zonas de conveniencia, colocando en ellas a gobernadores regionales, alcaldes o cualquier otra autoridad que sea proclive a sus intereses, así también, el dinero de esas prácticas criminales servirá para que sean electos congresistas que tratarán de legislar a su favor o boicotear leyes que frenan y castigan su accionar. Por eso, es vital que el empresariado, trabajadores, estudiantes, emprendedores, y la ciudadanía en general tomen conciencia de lo que se juega el Perú en el 2026, si nos equivocamos, quizá no se nos presente una oportunidad similar en muchos años y la historia nos dirá si elegimos la vía hacia el desarrollo o, por el contrario, la de retroceso respecto a nuestras aspiraciones como sociedad y nación.

(*) Capitán de Navío AP (R)
Especialista en Geopolítica, Seguridad y Defensa

Por José Krebs Millares

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