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97% dice no al chavismo

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Fecha Publicación: 13/08/2021 - 21:20
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El resultado de la encuesta de IPSOS (8/08/2021) constituye una categórica respuesta ciudadana a la línea pro chavista asumida por el presidente Castillo, el ministro Béjar y diplomáticos retirados que respaldan ese deplorable giro en nuestra política exterior.
En Lima, 97% de la población rechaza el fracasado modelo político-económico del dictador Nicolás Maduro y solo 2% aprueba. En provincias, el rechazo es 87% y la aceptación 7%. El total nacional es 90% en contra y 6% a favor, cifras contundentes que expresan el repudio del país al régimen corrupto y genocida instalado en Venezuela desde 1999, que ha provocado miseria, asesinatos, violaciones flagrantes a los derechos humanos y éxodo de siete millones de seres humanos.
Sin embargo, contra ese sentimiento, que comparten todos los diplomáticos en actividad y retiro consultados, la cancillería está ejecutando el libreto de los gobiernos adherentes al llamado socialismo del siglo XXI, que integran Cuba, Nicaragua, Venezuela y Bolivia.
El primer paso lo dio el mandatario Castillo al no decir una palabra ante la represión de las fuerzas de seguridad cubanas contra pacíficos manifestantes que reclamaban democracia y mejores condiciones de vida, limitándose a demandar el cese del bloqueo norteamericano a la isla. Por su parte, en su discurso de asunción al cargo, el canciller expresó lo mismo al sostener que “condenamos los bloqueos, embargos y las sanciones unilaterales”, para luego anunciar que “retiraremos del Congreso la solicitud para que el Perú denuncie el tratado que instituyó Unasur”, un organismo desactivado por servir intereses del régimen venezolano. Y, más adelante, agregó que “reinsertaremos vigorosamente la presencia peruana en la Comunidad [de Estados] Latinoamericanos y del Caribe, CELAC” - igualmente inexistente -, para culminar su exposición expresando que “ingresa a la historia oficial de la patria, espero para quedarse, el poderoso e inmortal espíritu de Javier Heraud”, poeta y guerrillero muerto en combate en Puerto Maldonado en mayo de 1963.
En esa línea política, hace dos semanas, el diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, informó a los peruanos que nos retiramos del Grupo de Lima, bloque diplomático instituido el 8 de agosto de 2017 con el propósito de exigir al dictador Maduro la libertad de presos políticos y el cese de torturas a los detenidos a la vez que expresaron su respaldo a la Asamblea Nacional y no reconocimiento a la espuria Asamblea Nacional Constituyente oficialista; exigiendo el ingreso de medicinas y alimentos para atender a la población desabastecida y nuevas elecciones supervisadas. Estos planteamientos, que configuran una diplomacia democrática, generaron la adhesión de otras seis naciones de la región, de la Comunidad Europea y de un total de sesenta países.
El Grupo de Lima, así, con vigor y claridad, puso al descubierto la entraña totalitaria del chavismo, aunque no logró la renuncia de Maduro, que ha resistido a través de una brutal represión condenada por las comisiones de derechos humanos de la ONU, la OEA, la Comunidad Europea y de todos los organismos humanitarios; por ello, la Fiscalía de la Corte Penal Internacional
(CPI) ha dictaminado que su régimen ha cometido crímenes de lesa humanidad desde 2017 y pronto iniciará el proceso judicial correspondiente.
El siguiente paso de la Cancillería será, sin duda, retirar nuestra adhesión a la denuncia presentada contra Maduro en la CPI, pero también impulsar la convocatoria a una Asamblea Constituyente. Por esa razón nos visita Evo Morales, quien ha dicho que hacerlo “es el mejor camino de cambiar la política”. Sus palabras no solo implican una intromisión en asuntos de competencia interna, sino que fueron antecedidas por expresiones ofensivas al Grupo de Lima, al calificarlo como “instancia sumisa al imperio”. Esa es la prédica del agitador extremista boliviano, que se encuentra en nuestra tierra protegido por el régimen de Castillo, protección que incluye personal de seguridad y automóvil del Estado.