Absoluto desorden y desgobierno

Tenemos un gabinete ministerial con muchos ministros impresentables por su falta de capacidad e idoneidad funcional para desempeñar el cargo y, además, por su extrema sumisión a Vladimir Cerrón, a pesar de lo cual el profesor Castillo se reafirma en esas designaciones y le interesa un rábano los cuestionamientos que provienen de casi todo el Perú.

En esta columna hemos sostenido que los ministros le sirven de máscara al poder oculto que rodea al presidente Castillo desde donde salen todas las órdenes para que el Partido Comunista continúe con su objetivo de apoderarse por completo del poder público, haciendo que la ejecución por parte de ministros obedientes parezca democrática.

Nuestra percepción de un Congreso medroso, fragmentado y sin planes de la oposición para frenar el avance rojo, se está convirtiendo en un eslabón más que el Ejecutivo tiene a su disposición, así que los abrazos y besos por una tregua que nunca funcionó, ha dejado en ridículo a los que la promovieron y participaron en tan bochornoso espectáculo.

Todos hablan de la caída libre de la popularidad del presidente y del gobierno en el imaginario de todos los peruanos, pero eso no les importa a los extremistas rojos infiltrados en el gobierno, sin descartar la presencia de agentes del G2 cubanos, porque manteniendo la política de empobrecimiento, ahora ejecutan el plan de la demagogia itinerante haciendo que el Presidente viaje por todo el Perú diciéndole a la gente lo que ésta quiere oír con risitas, abrazos y gentileza por doquier, pero menos con el periodismo libre porque la imagen debe ser la del Presidente con el pueblo recibiendo aplausos y el discurso unidireccional no admite preguntas sobre temas que afecten el objetivo de la itinerancia presidencial y, por tal razón, ahora existe un cerco policial que coloca a los periodistas a mucha distancia del Presidente y si pueden o logran superar esta valla les espera una especie de guardia imperial personal para el presidente Castillo.

Ya tienen el Ministerio del Interior controlado en todas sus áreas y a la policía la manejan como quieren amagando sobre las FFAA en las cuales la tibieza de los altos mandos está siendo utilizada para que el gobierno acelere su plan totalitario para lo cual deben tomar por asalto los sectores que manejan la riqueza del erario y de los recursos y proyectos de desarrollo, así que es vital para ellos manejar sin control, a su antojo, los sectores de Transportes y Comunicaciones, Energía y Minas, Producción y Economía y Finanzas para destruir o anular actividades de exploración y explotación mineras y de otras fuentes de energía que se opongan a los planes estratégicos de los rojos.

El sistema de justicia está despedazado con una Junta Nacional de Justicia que nada ve ni hace

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