“A acusación de parte...”
Según el abogado de Pedro Castillo (el candidato por Perú Libre que dirige la facción Sutep que dirige sendero luminoso), la banda criminal denominada Los Dinámicos del Centro “probablemente ha financiado a Perú Libre; pero no a Pedro Castillo”. Veamos. Castillo postuló a la presidencia integrando una plancha que fue creada por el partido político Perú Libre que, a su vez, preside Vladimir Cerrón. Como consecuencia de esta elección -que aún continúa sin resultados, por estar infestada de un halo de corrupción cada vez más auténtico- este Jurado Nacional de Elecciones recubierto de sospechas podría acabar proclamando presidente del Perú a Castillo. Por tanto, el financiamiento doloso que habría recibido Perú Libre fue para sufragar la campaña electoral de Pedro Castillo. Porque según nuestra Constitución y las normas electorales, el JNE proclama presidente y vicepresidentes a quienes forman la plancha ganadora que figura inscrita en el Jurado. No al partido. Vale decir, Perú Libre fue un vehículo usado por Castillo y su comparsa para ganar la contienda. De modo que, de confirmarse las irrefutables evidencias que ha logrado recabar la fiscal de Junín, dichos recursos ilícitos –en parte robados al gobierno regional de Junín y otro tanto serían producto de coimas pagadas por ciudadanos en forma de cupos exigidos por la mafia que opera en esa repartición, para poder emitirles las licencias de conducir- fueron aportados a la campaña electoral de Castillo. Aunque el abogado de este diga que “probablemente fueron aportados a la campaña de Perú Libre; pero no a Pedro Castillo”. Obviamente los fondos favorecieron a un individuo llamado Pedro Castillo, quien podría acabar siendo presidente del Perú. En pocas palabras, el país tendría un presidente electo no solo de manera fraudulenta sino criminal. Por tanto, carecería de legitimidad. De confirmarse este triunfo doloso, Castillo acabaría imputado, procesado y condenado por los tribunales. Y los peruanos soportarían el agravamiento de la crisis sociopolítica y económica que los embarga por culpa de gobernantes como ese tal Sagasti, que no deja de aprovechar hasta la menor ocasión para ayudar a que el Foro de Sao Paulo ejecute su programa, incrustándonos irreversiblemente un régimen comunista hecho en Cuba y reajustado por Venezuela.
El escándalo de “Los Dinámicos del Centro” constituye otro hito en este sinfín de dolos y corruptelas que envuelven al proceso electoral más envilecido que se haya conocido. Quienes manipulan el JNE, en contubernio con este encargado presidencial Sagasti, ignoran la justificada, indignada protesta del cincuenta por ciento de peruanos que se expresaron a través de las urnas contra el postor comunista. Sin ponderar, asimismo, que las protestas callejeras muestran que el porcentaje de ciudadanos que rechazan el comunismo incrementa cotidianamente ese guarismo. Por cierto, en segunda vuelta Castillo apenas obtuvo 34% del voto nacional.
Julio Salas Arenas, Jovián Sanjinez Salazar, Armando Rodríguez Vélez, el triunvirato que vota por consigna para favorecer al comunismo con sus fallos cargados de vicios; Zoraida Ávalos, fiscal de la Nación que no denuncia el fraude, y Francisco Sagasti, que lo santifica temerariamente, enfrentarán a la Justicia.
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