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Admitida vacancia de Vizcarra

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Fecha Publicación: 02/11/2020 - 22:00
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Estados Unidos se prepara para tener hoy la elección más complicada de su historia, Al extremo que, de ser reelegido Donald Trump, por primera vez se vocean asonadas en diferentes ciudades que característicamente simpatizan con el partido Demócrata. Pero, además, por la impronta de gran polarización que ha suscitado entre la sociedad norteamericana el prefacio del partido Republicano que, de ganar Joe Biden, EEUU virará al socialismo.

Recapitulemos. En medio de tamaña coyuntura de interés mundial -por la gravitación que tiene el gigante del norte en el sostenimiento de la democracia a nivel planetario- ayer nuestro Congreso aprobó admitir a trámite la que sería tercera moción de Vacancia presidencial. Dos de ellas fallidas: una de PPK, otra de Vizcarra, y la de ayer también para Vizcarra. Ambos hechos tienen gravitante trascendencia en nuestro país. Están en juego tanto la estabilidad democrática como la permanencia del Estado de Derecho. ¡Y el equilibrio socioeconómico, hoy hecho añicos por Vizcarra y su infausta gestión gubernativa! Curiosamente ayer El Comercio publicaba un titular en portada “informando” que una encuesta revela que los peruanos “prefieren” a este Legislativo frente al Parlamento que clausurara Vizcarra mediante un golpe de Estado. A todas luces, otra trampa del paquidermo mediático para narcotizar a los actuales congresistas y conseguir lo que busca ese medio, cuya línea informativa y editorial se encuentra enajenada al régimen Vizcarra.

El mundo gira a velocidad de vértigo impulsado por una serie de hechos de naturaleza política, económica, social, científica, sanitaria, etc. Todos nos afectan. Veamos sino la campaña electoral Norteamericana. Asistimos a un probable cambio de paradigmas en la conducción de la hegemonía globalizada, jamás antes previsto desde finales de la II Guerra Mundial. La preeminencia norteamericana podría quedar cuestionada. Tanto por la preponderancia económica que incesantemente acapara China como la sinergia geopolítica que acumula Rusia. En medio de ello el partido Demócrata norteamericano –que tradicionalmente representaba a una izquierda moderada- podría extender sus simpatías a una izquierda contestataria del sistema socioeconómico que, a lo largo del último medio siglo, ha mantenido a esa nación como la más poderosa de la Tierra.

Súbitamente nuestro futuro podría enrumbarse a una escena más compleja. Depende por ahora de dos factores. Del éxito mañana del partido Demócrata estadounidense –que abriría espacios al castrismo, disfrazado de Foro de Sao Paulo, propiciando que el virus socialista ya incrustado en Chile se esparza por la región conquistando países que todavía no controlan La Habana y Venezuela. Como Argentina, Ecuador, Bolivia, Colombia y Perú. Y, por otro lado, de lo que decida próximamente nuestro Congreso respecto a la vacancia de Vizcarra. Si se le permitiera continuar gobernándonos, nos atrevemos a recomendarle, amable lector, que adopte precauciones. Podría desatarse tal crispación social que encendería la violencia en época preelectoral, atizada tanto por la indignación -al comprobar que un mentiroso empedernido y acusado de corrupto permanece gobernando el país- como por el hambre, la desocupación y desesperanza que ha producido el desgobierno de Vizcarra, agravadas por la represión que persiste en imponernos para disimular su descomunal incapacidad.