¿Adónde quedó la capacidad de indignación del peruano?

¿Cómo es posible que sea tan escasa, ridícula –si no inexistente- la reserva moral del peruano, que admite tan sumisamente el ingreso y/o la salida de terroristas de palacio de gobierno, el Congreso, la PCM, ministerios, etc.? ¿Dónde ha quedado la capacidad de indignación de una sociedad que ha sido sanguinariamente atacada, criminalmente torturada, miserablemente descuartizada y brutalmente vandalizada durante un cuarto de siglo por genocidas de la calaña de sendero luminoso y mrta? ¿Acaso la muerte de manera canallesca, bestial de 35,000, 70,000, o lo que fuese de peruanos asesinados; y la destrucción de US$20,000 millones en infraestructura privada y pública, puede ser olvidada y/o perdonada por una nación a la cual intentó diezmar el fanatismo genocida de cafres -como abimael guzmán y su banda de asesinos en serie- aplicándole anfo, dinamita, metralla y demás métodos de exterminio que tuvo a su alcance? ¿Acaso es dable, amable lector, que, sin indignarnos, los peruanos sepamos que hoy los sicarios de sendero y mrta vienen infiltrándose, apresuradamente, en los poderes Legislativo y Ejecutivo; paseándose por las dependencias del Estado como dueños del país al cual atacaron con talante exterminador, para capturarlo y ejercer poder sobre nuestra vida transformando las estructuras sociopolíticas, estatales y, consecuentemente, nuestro modo de vida? ¿Acaso no es indicio de una sociedad en franca descomposición que, a vista y paciencia de la gente que antes fuera pasto de la ferocidad de sendero/mrta, los terroristas hayan conseguido encaramarse en el poder a través de una elección fraudulenta, digitada por un JNE cuyo presidente es tan comunista como los líderes terroristas,? ¿Acaso a diario no comprueba usted, amable lector, que al poder Judicial, al Ministerio Público, al Seguro Social y, en general, a la mayor parte de dependencias públicas, los senderistas y emerretistas ingresan en tropel y sin dificultades dispuestos a recibir los beneficios del Estado al cual pretendieron volar en pedazos? ¿Es dable que ahora los mismos terroristas sean quienes propongan nuestras leyes al Congreso, emitan decretos ley, resoluciones supremas y/o disposiciones administrativas para manejar la vida de aquellos que, en forma directa o indirecta, antes atacaron, hirieron, asesinaron a sus familiares y/o amigos y/o destruyeron sus patrimonios? En síntesis ¿estamos dispuestos los peruanos, incluso nuestros congresistas de centro izquierda y centro derecha, a perdonar a los terroristas? ¿Respetan ustedes, amables lectores, a quienes integran el régimen Castillo, en mayoría pro senderista, que ha secuestrado el poder para convertir al Perú en estado comunista dirigido por fanáticos probadamente genocidas a quienes alaba un atorrante premier Bellido? ¿Sabía usted que, entre otras, Bellido tiene infinidad de pruebas de su empatía por sendero? ¿Conoce además que Bellido imputa tanto a la Policía como al Ejército no sólo de golpistas, sino de que han estado avalando la corrupción? No cabe la menor de que, detrás de este ciertamente sibilino mensaje, el régimen comunista de Castillo apunta a descabezar las Fuerzas Armadas y Policiales, ¡Despabílese ya, amable lector, si no está dispuesto a permitir que el Perú se convierta en Cuba o Venezuela!

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