Adrianzén amenaza al Poder Legislativo

En un hecho inaudito y nada democrático, el presidente del Consejo de Ministros, en plena conferencia de prensa el miércoles último, sostuvo que: “En este marco de inseguridad ciudadana, ¿cuánto bien le hace al país y a la gobernabilidad, que se genere por la caída del Consejo de Ministros una crisis ministerial, y todo el gabinete tenga que renunciar como lo manda la Constitución?”. Para luego agregar sin desparpajo que: “Si al entrante no le dan la confianza, a partir de ese momento, constitucionalmente, la presidenta de la República puede disolver el Congreso”, incluso tuvo la ignorancia de sostener que, al no estar todavía en el último año del Gobierno, según la Constitución Política, sí se puede cerrar al Congreso “porque estamos en mayo”, lo cual demuestra un desconocimiento absoluto de lo preceptuado en el artículo 134 de la Carta Magna, referido a la “Disolución del Congreso”, que especifica en el párrafo cuarto: “No puede disolverse la Cámara de Diputados en el último año de su mandato” (artículo modificado por la Ley N.º 31988, publicada el 20 de marzo del 2024).
De esa manera insolente, el jefe del Gabinete Ministerial le envió un mensaje amenazante al Congreso de la República que ya tiene cuatro mociones de censura en su contra. Sin embargo, el presidente del Poder Legislativo, Eduardo Salhuana, en vez de defender los fueros del poder que representa, afirmó con supina ignorancia que: “En este momento tendrían un obstáculo constitucional. No es posible plantear una disolución del Congreso habiendo sido convocadas las elecciones. Creo que es una apreciación legalmente incorrecta”; corrección: la convocatoria a Elecciones Generales no tiene nada que ver con lo estipulado en el artículo 143 de la Constitución Política. Eso demuestra una vez más que los asesores del presidente del Congreso no asesoran nada.
Parece que Adrianzén, a propósito, desconoce la responsabilidad política que tiene. La matanza de Pataz y toda la inseguridad ciudadana que tiñe de sangre nuestra patria es de exclusiva responsabilidad —le guste o no— del Gobierno. Si no está a la altura del cargo, renuncie, o el Congreso de la República procede de acuerdo a las normas. Punto. Otra salida no hay.
Finalmente, ¿quién en su sano juicio se va a reunir con las bancadas para disuadirlas, después de haber amenazado al Poder Legislativo? Realmente es un absurdo. “Tengo una amplísima vocación de renuncia, amplísima. Si yo tuviera la certeza de que dando un paso al costado contribuiría en el cese de la delincuencia urbana o el crimen organizado, no dude que lo haría sin pensarlo dos veces”, aseveró Adrianzén.
Por otra parte, el presidente del Congreso de la República, Eduardo Salhuana, ha indicado que el debate y posterior votación para censurar a Gustavo Adrianzén podría llevarse a cabo recién el próximo 15 de mayo. Cabe precisar que el Poder Legislativo debió reaccionar firmemente con un comunicado tras la amenaza del presidente del Consejo de Ministros, pero para eso se necesita experiencia profesional y sólidos principios éticos y democráticos, además de justificar su sueldo. No es cuestión de “Chicheño”, palabra de uso común y que proviene del personaje “El obispo Chicheñó”, en una historia del tradicionalista Ricardo Palma, que siempre respondía “Chi, cheñó” (sí, señor) a todo.

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