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Aeropuerto para la droga

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Fecha Publicación: 03/01/2022 - 22:58
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A inicios de diciembre pasado, P. Castillo reveló que se encontraba haciendo una “chanchita” (cuyo producto y destino hasta hoy se desconocen) para los niños. Esa revelación no era ni por asomo un dar cuenta de su labor, por la que recibe del Estado sueldo, casa, alimentación, movilidad, etc., personal y familiar, que él extiende indebidamente hasta a actividades de placer y distracción. Tampoco era un acto de leal confidencia con “el pueblo”, que tanto manosea como etiqueta pero sin entender, ni intentar hacerlo, que está donde está supuestamente para servirlo y no para servirse de él y menos para perjudicarlo.

Lo que el allegado al Movadef buscaba era poner el parche a los rumores sobre la inminencia de hacerse públicos registros audiovisuales de su recibo de sumas de dinero de manos de lobistas y contratistas del Estado en el búnker de Breña, destinado, no cabe ya ninguna duda, a esos menesteres corruptos.

Vale mencionar que también parece ya indudable que esos registros, así como testimonios que acreditan delitos contra la administración pública, han quedado inmovilizados, vacacionando, en alguna carpeta y despacho fiscal.

Siguiendo con el talante grotescamente amoral que ha venido acreditando en estos cinco meses en el cargo, Castillo nos acaba de anunciar un aeropuerto para Chota.

De más está decir que la conectividad es un anhelo y derecho para cada localidad peruana y procurarla es tarea de un gobernante responsable. Sin embargo, es claro que hay prioridades nacionales, sobre todo en un contexto de crisis económica derivada de la pandemia y de gobernantes incapaces de manejarla con eficiencia.

Castillo se contradice claramente cuando propone el aeropuerto pese a alegar que en la zona, como en muchas provincias del interior del Perú, faltan agua y desagüe domiciliarios, escuelas, centros de salud y necesidades básicas por satisfacer.

Así como en boca del mentiroso la verdad se hace dudosa, el anuncio de parte del allegado a secuaces de narcoterroristas que operan en el Vraem, nos alerta que detrás del anuncio del aeropuerto para Chota (más allá que sea su provincia de origen y de constantes visitas en aeronaves de la FAP) asoma el espectro del tráfico del látex de amapola, materia prima de la heroína, droga que decuplica el valor de la cocaína. En las últimas décadas se han introducido en el Nor oriente peruano importantes cultivos ilegales de amapola, no solo alentados por el mayor precio sino por requerir menos insumos químicos para la producción de la droga.

¡La seguridad nacional del Perú está en peligro!

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