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Agenda para el progreso social

Fecha Publicación: 29/02/2020 - 21:20
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Los electos parlamentarios para completar el período 2016-2021 han recibido sus credenciales y arrancarán funciones ya, en este mes de marzo. La Reforma Política, es uno de los pendientes que el gobierno les pide concluir; sin embargo, se soslaya un tema de fondo: la superación de la pobreza y el progreso social.

En el ranking mundial de Progreso Social 2019 -presentado por CENTRUM PUCP, en su momento- el Perú se encuentra en el lugar 57, de 149 países, superado por varios países de América Latina: Costa Rica, Chile, Uruguay, Argentina, Panamá, Brasil, Ecuador y México.

El ranking mide tres grandes áreas: Necesidades Básicas Humanas, Fundamentos de Bienestar, y Oportunidades que, a su vez, consideran distintas variables. En la primera -donde se considera: Nutrición, Agua y Saneamiento, Vivienda y Seguridad Personal - el Perú ocupa el lugar 85. Por debajo de Chile, Uruguay, Costa Rica, Panamá, México, Argentina, Ecuador, Colombia y Paraguay
En la segunda área que comprende: Acceso al conocimiento básico, acceso a la Información y a las Telecomunicaciones, Salud y Bienestar, y Calidad del Medio Ambiente; nuestro país se encuentra en el puesto 41, nos supera: Chile, Uruguay, Costa Rica, Cuba, Panamá, Argentina, México, Colombia y Paraguay.

En cuanto al Índice de Oportunidades: Derechos Personales, Libertad Personal y de Elección, Tolerancia e Inclusión y Acceso a la Educación Superior; el Perú está en el lugar 61, después de Argentina, Costa Rica, Chile, Uruguay, Panamá, México y Ecuador; si consideramos sólo los países latinoamericanos, como lo hemos hecho en las tres áreas.

Como podemos comprobar es el Área Necesidades Básicas Humanas (Nutrición, Agua y Saneamiento, Vivienda y Seguridad Personal) donde se encuentra la mayor debilidad del Perú –puesto 85- Asuntos todos que corresponde atender precisamente, al gobierno central, gobiernos regionales y locales.

Por tanto, harían mal los electos congresistas en no fiscalizar ni hacer seguimiento de los avances de la inversión del Estado en los rubros mencionados; porque le estarían dando la espalda a las necesidades primarias de las familias peruanas, principalmente, las de la Sierra y la Selva.

Pero, son pocos los candidatos que se han preocupado de subrayar este problema que se manifiesta en la incapacidad del Estado para invertir en obras públicas, ya sea a nivel nacional, como regional y local. En los meses finales de 2019, no se había llegado ni al 40 por ciento del gasto del Presupuesto Nacional y el gobierno tuvo que correr en las últimas semanas para llegar a gastar cerca del 80 por ciento.

Regiones como Ancash, Cajamarca y Madre de Dios, tienen las provincias con mayor pobreza y menor ejecución del Presupuesto; sin embargo, poseen ingresos importantes por canon y regalías.

Es evidente que hace falta fiscalización y seguimiento por parte de los legisladores.

El Gobierno tiene su propia agenda para el Congreso que, no necesariamente, es la aquella que se traduce en obras y bienestar para los peruanos; sino que se inclina por la llamada Reforma del

Estado, para lo cual, esta representación nacional no tendrá tiempo suficiente; menos aún para cambios en la Constitución que sean bien pensados.

El régimen parece estar contento con este Congreso, tanto que hasta el Presidente ha asistido a la entrega de credenciales de los actuales parlamentarios que han sido convocados para un mandato de año y medio; pero a quien tienen que responder los parlamentarios es a la CIUDADANÍA. Mal harían en enfrascarse en discusiones estériles, cuando el Perú espera que la inversión pública cubra sus necesidades básicas.
(*) Profesora CENTRUM PUCP