Ahora sí, Sr. Presidente, devuélvanos nuestro país
Cuando empezamos nuestro día, estamos rodeados de actividades que ya tienen un orden prioritario, nuestro trabajo, nuestra familia, asuntos personales que nos planificamos en resolver; y por más positivo o negativo que sea lo que pase en nuestro país o en el mundo, siempre les prestaremos atención después de haber resuelto nuestras prioridades. El lunes pasado vivimos por segunda vez un partido definitorio para nuestra clasificación mundialista, el resultado no fue positivo pero igual vivimos el proceso con mucha euforia y atención; los días previos toda la prensa estaba enfocada en dicho suceso, las empresas se planificaron para suspender actividades a mediodía, hasta el sector público tomó medidas al respecto, fue un día de relevancia nacional.
Por más pena que nos haya causado el resultado, estoy seguro que a las pocas horas de haber culminado el partido, ya estábamos enfocados nuevamente en nuestros asuntos personales, aquellos que tienen nuestra atención diaria. ¿Qué pasaría si el fútbol peruano impactara en las prioridades de nuestras vidas?¿Apagaríamos el televisor y continuaríamos como si nada pasara? Estas preguntas tan sencillas debemos extenderlas a asuntos que por más que no estén en nuestras prioridades de entorno familiar o laboral, su estado sí impacta en ellas, hablo concretamente de el gobierno de turno y el altísimo impacto que nos genera y le generará a nuestras familias por los próximos años. Creo que ya ha quedado clara la poca solvencia moral y el altísimo nivel de corrupción, pero dejando ello de lado, para quienes consideran aún que todo es difamación contra el régimen, hay datos objetivos que nos deben generar la misma ansiedad por recuperar nuestro país y ponerlo en manos de personas realmente capaces.
Primero, debemos tener claro que como país no tenemos la capacidad económica necesaria para vivir a espaldas del mundo, es fundamental contar con inversiones extranjeras; esto parte por generar confianza a nivel internacional, y la confianza se genera con un equipo técnico de alto nivel en los ministerios, con mensajes de estabilidad y coherencia en foros internacionales, pero sobre todo, se generan cuando quien lidera el barco tiene las capacidades necesarias para liderar un país apoyándose en la comunidad internacional. Sr. Presidente, tal vez usted no se considere corrupto, pero creo que es imposible que no acepte su incapacidad; sabe que le queda gigante el puesto, y si algo de amor le tiene al país, de una vez, de un paso al lado; ¿si fuese torpe y cero atlético, se pondría la camiseta de la selección para representarnos? Creo que es obvio que no, bueno, es lo que está haciendo con el futuro de todos nosotros al seguir en el gobierno. De una vez, devuélvanos el país.
Buena semana para todos.
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