Ahora Vizcarra inventa fantasmas
Vizcarra dispara contra fantasmas que se inventa. Su retórica resulta exclusivamente inculpatoria. Aquello de “me acusan porque he pisado a los grandes intereses” ya no funciona. Porque desde que asumiera fariseamente el poder, él ha sido apoderado de los poderosos. Basta visitar las hemerotecas de la corrupta gran prensa para afirmarlo. El poder ya lo trastornó. A tal extremo que perpetró un golpe de Estado para quedarse con el poder absoluto en sus manos, clausurando el Congreso respaldado por el poder fáctico de cuatro tribunos, los mencionados grandes medios de prensa comprados con el señuelo de la publicidad estatal, y esa clase académica, empresarial y social que lo apoyase para asumir la presidencia, luego de maniobrar tras bambalinas con Keiko Fujimori tras la renuncia de PPK. Lo apoyaron entonces los mayores grupos de poder. Todavía más. Vizcarra siempre ha defendido a Odebrecht. Recordemos sino el pacto secreto suscrito por los fiscales Vela y Pérez por el cual, a nombre del Estado, ambos funcionarios acordaron investigar sólo a cinco de sendas decenas de proyectos plenos de corrupción, ejecutados por dicha constructora brasileña durante este milenio. De manera que aquel pacto de marras es, en rigor, el escudo protector de Odebrecht. Y Vizcarra lo convalidó a piedra y lodo. Evoquemos, si no, el incidente cuando Vizcarra dejó plantada una invitación de Brasil, abandonando ese país sin asistir a la ceremonia a la cual fuera invitado. ¿La razón?
El entonces fiscal de la Nación, Pedro Chávarry, decidió colocar a nuevos fiscales en la área anticorrupción encargada de investigar el caso Lava Jato. Dicho cambio ocurrió tras las dudas generadas por la suscripción del acuerdo secreto que, ahora se sabe, ha favorecido criminalmente a la que podría ser la empresa más corrupta del orbe. A su arribo al Perú Vizcarra dijo que retornaba para “remover al fiscal de la Nación” por haberle retirado el caso Odebrecht a los fiscales Vela y Pérez. En cristiano, su primer golpe de Estado. Porque la decisión de destituir al jefe del Ministerio Público implica invadir los fueros de un ente autónomo, normado por una Ley Orgánica constitucional. Y ello impide que otro poder del Estado interfiera en sus funciones. Resumiendo, Vizcarra licenció al entonces fiscal de la Nación para favorecer a Odebrecht, graficando el rango de poderío que había llegado a acumular.
El domingo, en entrevista pactada con canal 5 -agobiado por su falta de argumentos- Vizcarra mintió sacando la carta de Odebrecht: “Soy el único que se le ha enfrentado”. ¡Falso! Como hemos precisado, la verdad es que Vizcarra siempre ha estado del lado de Odebrecht. Inclusive al apoyar ese infame acuerdo secreto, llegando al extremo de violar la Carta al destituir al fiscal de la Nación para que permanezcan en su cargo los fiscales que, a hurtadillas, firmaron ese pacto con la brasileña. Ingeniero Vizcarra, para mentir y comer pescado hay que tener extremo cuidado. Pero usted miente al afirmar que combate la corrupción. Porque jamás lo hizo. Aunque usted sí destituyó al fiscal de la Nación, ¡para favorecer a Odebrecht!
