ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

Alarido de montañas

Imagen
Fecha Publicación: 25/06/2021 - 22:10
Escucha esta nota

De niño, por las mañanas, mientras nos dirigíamos a nuestros campos de cultivo, a veces con mamá, con papá, con mis hermanos y otras veces con amigos, lo hacíamos entonando hermosos huaynos, todos en quechua. Tenía la sensación de que también cantaban con nosotros los arroyos, los carismáticos cercos de piedras, ni qué decir de los embravecidos cactus y desde lejos también participaba con su aguda voz, el tenue viento. Al leer Urqukunaq qapariynin (Alarido de Montañas) de mi Wayki Washington Córdova encuentro en sus versos pasajes de mi infancia en mi añorado pueblo de Lucanas. Es una de las fortunas de tremenda valía recordar mis conversaciones en quechua, mientras realizaba las actividades diarias. También encontré versos que me trasladaron a días duros cuando tiempos malos nos cubrían con su manto oscuro, las sequías que arrasaban incluso nuestras lágrimas, las indolentes plagas que atacaban sin piedad a pesar que implorábamos por clemencia para nuestros sembríos. “Chiqniypa tupayninpas / ñakapakuypa siminpi/ yarqayta puqurichinmanqina (Como si la saliva del odio / fermentara el hambre / en la boca del lamento)”.

También están escritos versos que cantan injusticias, abandono e indiferencia; imaginé a las estrellas cantando, siempre ofreciendo su brillo, imaginé también a las flores del campo cantando y ofrendando su aroma a sabiendas que será ignorada por el infinito. Félix Huamán Cabrera lo resume magistralmente: “Quiero decir que Alarido de Montañas, no es descripción del paisaje, sino borbotar de sangre, pálpito de vida cuando la naturaleza e convierte en símbolo de expresión poético”.

Escribir en quechua, es toda una epopeya, es acto de coraje. Más aun cuando describes en versos los flagelos del Gólgota donde el dolor es pan de cada día y al hacerlo no pierdes el horizonte, por el contrario es encontrar la ruta, el camino pintado de esperanza, por dónde caminar arropado con la sapiencia del hombre del campo. Por eso, me satisface encontrar este bello poemario escrito en runasimi, como anuncio y como afirmación de que estamos de vuelta para cantar como lo hicieron nuestros ancestros para decir que la vida también es

Para más información, adquiere nuestra versión impresa o suscríbete a nuestra versión digital AQUÍ.

Puedes encontrar más contenido como este siguiéndonos en nuestras redes sociales de Facebook, Twitter Instagram.