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Alfonso Martínez: de eucalipto a roble

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Fecha Publicación: 05/04/2019 - 21:10
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Estimado Alfonso: escribo para contarte que en estos días la tierra extraña a las almidonadas gotas de lluvia que se inspiran en el sudor de los valientes como tú, para hacerla intensa y que en tiempos de sequía opaca el ego de agrios días.  El tayta Inti anda preocupado y te echa de menos, le cuesta entender que visitas a las aguas turbias  y que andas alimentando la corteza de tu piel para exponerlo al oscuro ventarrón y vencer la arremetida de malos vientos. En campanario han acampado estrellas y esperan impacientes tu retorno. La estrella del sur anda desorientada y necesita charlar contigo.  Es que tú y ella han firmado un pacto para ablandar corazones de piedra que se niegan a aceptar que ustedes son campos de cultivo de buenas nuevas.  

El sol camina con premura.  Son días en que las noches nos quieren vencer y despojar nuestros sueños; días en que los manantiales esperan tu visita para que el crujido del agua se te acerque, tome tu mano y juntos caminen por prados del pueblo anunciando la temporada de la sagrada cosecha. Tiempo en que los niños se transforman en añejos eucaliptos y son invencibles ante nubarrones, tiempo en los que los eucaliptos se hacen robles cuya corteza se nutre con la nobleza del ichu de puna, tiempo en que las hojas de eucaliptos brillan en aguerridos peciolos cuyas ramas albergan bellotas maduradas en años de espera, cuajados en incansable y permanente trabajo.

En estos días habrá reunión comunal. En la plaza, el banco de piedra frente a la iglesia, sigue reservado para ti. Los comuneros han madrugado, caminan hacia las alturas llevando en su equipaje la cruz de nuestro sufrimiento y retornarán antes del alba para confundirse contigo en un abrazo.  Estimado Alfonso: a pesar que te han cortado algunas raíces y te han quebrado algunas ramas,  sigues siendo el imponente roble, el que inspira a nuestros jóvenes y de quien tú pueblo siente orgullo. Es tiempo de volver a tu hábitat, Lucanas te espera.