Alza los ojos y mira más allá
Cuando nos referimos a este tema, es la percepción de pensar en perspectiva, sobre los acontecimientos de la vida, no limitarse a las acciones que hemos realizado, sino las consecuencias de las mismas, por eso, se dice, no solamente hay que ver el árbol sino el bosque, ver las cosas en forma integral, en forma holística, sin dejar cabos sueltos, simplemente, que no se nos pase nada por alto.
No te conformes con lo que eres, sí puedes lograr más cosas dependiendo de la voluntad que le pongas en cumplir los objetivos, busca las oportunidades sino las tienes o pide ayuda, orientación, para ser más asertivo en las decisiones que asumes.
En una empresa, se detecta que un trabajador que labora en equipo, no rinde de acuerdo a la producción programada, no obstante, el perfil del empleado es el indicado, pero sucede que no desarrolla sus cualidades, capacidades, cuando trabaja en grupo, pero sí es productivo cuando labora solo. Qué sucede, el jefe de recursos humanos no lo descalificó, percibió que algo no sincronizaba por aspectos de personalidad y lo evaluó en otro escenario que dio buenos resultados satisfactorios, que permitieron que continúe trabajando. Si no hubiésemos levantado los ojos y mirar hacia adelante, se hubiese perdido un buen trabajador.
Hay que estar atento al momento de elegir las amistades, que muchas se establecen interesadamente, las personas creen que son personas leales, atentas, solidarias, que se ubican en el lugar de otras personas y en el momento que tienen que demostrarlo, son personas egoístas, que lo único que les interesa es sacar provecho en su beneficio como de lugar. Se dice que por los actos conoces a las personas, eso es muy cierto, una alerta en el mal comportamiento de una amistad es más que suficiente para que repita su deslealtad. Eso significa mirar más allá.
Si tenemos conocimiento de que existe personas que no le gusta devolver las cosas, definitivamente no le prestas libros, dinero, menos lo invitas a la casa por tener la predisposición de cogerse las cosas. Si no devuelve las cosas ajenas es muy posible que se apropie de las cosas. Nunca lleves a la casa a personas de malas costumbres, porque pueden hacerse ideas desatinadas con los miembros que viven dentro de la familia.
Un día, en un club de la ciudad nos reunimos con un grupo de personas varones, dentro de la conversación salió a relucir y preguntarle a uno de los del grupo por qué no se había casado, él respondió, para qué si tengo las esposas de mis amigos, en principio se hizo sentir como broma, pero me acordé del dicho popular “entre broma y broma la verdad se asoma”. En el calor de la reunión salió a la luz que esta persona había concurrido en diferentes oportunidades a la casa de varias personas del grupo y había tenido el mal comportamiento de cortejar a las esposas sin el más mínimo respeto a los esposos. Yo dije, tengo una esposa guapa y encantadora, ni a balas lo invito a la casa. No vivas el momento, sino cuál es la dimensión de las palabras fuera de lugar de las personas. Eso significa ser prudente y cauto.
No hay que quedarse conforme con lo que uno mira, sino lo que detrás de las actitudes de los seres humanos ves. Porque es distinto “mirar” que “ver”.
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