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«Amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen»

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Fecha Publicación: 18/02/2023 - 20:40
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Queridos hermanos

Estamos en el Domingo séptimo del Tiempo Ordinario. La primera Palabra tomada del libro del Levítico nos dice que el ser de Dios es la verdad, la autenticidad. Hoy en el mundo que vivimos estamos aprobando el aborto, la eutanasia, la ideología de género, etc. Todo esto va contra el ser del hombre. Estamos viviendo una deshumanización y no podemos seguir dando a los jóvenes “pan y circo”. Hoy el Señor una vez más nos llama a la conversión, a dejar todas esas ideologías demoniacas y volver los ojos a Él que es infinito en misericordia, como dice el Salmo 102: “El Señor es compasivo y misericordioso”.

La segunda Palabra que nos da la Iglesia es de la carta de San Pablo a los Corintios. ¿Cuál es el templo que Jesús ha preparado para el hombre? El amar a los enemigos. Ser humilde es la gran novedad que presenta San Pablo, es la santidad, la autenticidad, la verdad, la veracidad. El Señor penetra los pensamientos de los sabios. Que nadie se glorie en los hombres, vivamos con los ojos y con la esperanza puesta en Cristo. Vivid así, como diría San Francisco de Asís, todo es vuestro, vosotros sois de Cristo. Toda la creación, todo lo que hay en el mundo, Dios nos lo ha dado a nosotros para disfrutarlo y administrarlo sabiamente, con humildad.

El Evangelio presenta en el Sermón de la Montaña la verdad del hombre. El Siervo de Yahvé es la esencia de Jesús. ¿Cuál es la novedad que presenta Jesús? Amad a nuestros enemigos, rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de nuestro Padre celestial que hace salir su sol sobre malos y buenos y manda la lluvia sobre los injustos. Hermanos, todos somos injustos, todos somos malos, pero el amor de Dios está por encima de todo esto y nos llama a amar a los demás con el mismo amor con el que nos amó. Dios quiere cumplir en nosotros esta Palabra, y la cumplirá en los humildes, porque sólo el humilde reconoce que por sus propias fuerzas no puede y necesita del Espíritu Santo para amar hasta el extremo. El amor al enemigo es una gracia sobrenatural que el

Señor nos quiere regalar. Pidámosle al Señor que podamos vivir esta Palabra, porque Él la quiere cumplir en nosotros.
Hermanos, que este espíritu habite en este domingo en medio de vosotros. Que la bendición de Dios todo poderoso este con todos vosotros en este Domingo. (Por Mons. José Luis del Palacio)

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