“America First”

Una de las acciones que tomó el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue la agenda “America First”, impulsada por él en su primer mandato para priorizar los intereses de Estados Unidos por encima de los internacionales. Esta estrategia consistía en proteger la economía estadounidense, renegociar tratados, fortalecer las fronteras y adoptar una política migratoria más estricta, entre otras medidas. Además, esto contrastó con la política del presidente Joe Biden, quien se comprometió nuevamente con organismos como la OEA y la Organización Mundial de la Salud (OMS), promoviendo una política exterior más multilateralista y reforzando el apoyo a la alianza militar con Europa frente a Rusia y China.
Lo que quiero destacar es lo siguiente: mientras la guerra entre Ucrania y Rusia —que empezó en 2014 con la anexión de Crimea y el conflicto en el Donbás— se mantenía latente, el conflicto escaló drásticamente en 2022, durante el gobierno de Joe Biden. Esta etapa se caracterizó por la invasión a gran escala que hizo Rusia a Ucrania. Estados Unidos, por otro lado, atravesó una fuerte inflación en 2021, que llegó al 9.1 % en 2022, afectando gravemente los precios de alimentos, gasolina y vivienda. Aunque se superaron los riesgos de recesión, el país también enfrentó tiroteos escolares y ataques en lugares públicos, como en Texas y Uvalde. A esto se sumaron tensiones internacionales.
La política exterior no fue la excepción y el gobierno de Biden se concentró en brindar apoyo a Ucrania, tanto militar como económico, tecnológico y logístico. Hasta fines de 2024, esta ayuda ha sumado cerca de 75 mil millones de dólares. La pregunta es: ¿ha sido dicha ayuda proporcional y justificada ante las necesidades internas del país? A esto se suma lo sucedido el 3 de julio, cuando Ucrania alertó sobre la suspensión de envíos de armas por parte de EE. UU., una decisión tomada por el Pentágono, que Rusia recibió con entusiasmo estratégico y que podría explicarse como parte de la estrategia de Donald Trump para presionar a Zelenski con miras a una posible tregua.
El regreso de Trump ha traído repercusiones dentro y fuera de Estados Unidos: gana apoyo de votantes al priorizar la economía interna y busca una salida menos costosa a una escalada militar. En este momento, lo que está en juego es la paz. La decisión de frenar el envío de armamento ha sido interpretada por muchos como un cambio de enfoque, y eso se traduce en que la ayuda exterior debe medirse bajo el compromiso de evitar que un conflicto escale a una guerra de mayor envergadura.

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