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Amiguismo y burocracia: el cáncer que desangra al Perú

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Fecha Publicación: 16/11/2024 - 22:20
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La reciente designación de Elon Musk y Vivek Ramaswamy como líderes del Departamento de Eficiencia Gubernamental por parte del presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, abre un debate importante sobre cómo los gobiernos pueden reducir la burocracia, los gastos innecesarios y los empleos creados para pagar favores políticos. Este tema resuena profundamente en el Perú, donde la burocracia estatal y la corrupción son desafíos persistentes. Asimismo, las reformas propuestas por Javier Milei en Argentina ofrecen un marco adicional para reflexionar sobre las estrategias necesarias para optimizar el tamaño del Estado peruano.
Trump ha delegado en Musk y Ramaswamy la tarea de rediseñar el aparato estatal estadounidense, prometiendo recortar regulaciones excesivas, eliminar gastos improductivos y crear un gobierno más eficiente. Al operar fuera de las estructuras gubernamentales tradicionales, esta iniciativa busca aportar una perspectiva empresarial y emprendedora para transformar un sistema burocrático que ha sido criticado por su rigidez.
En el Perú, un enfoque similar podría incluir la creación de comités externos integrados por expertos independientes del sector privado, la academia y la sociedad civil. Estos comités tendrían la tarea de analizar las instituciones públicas y recomendar reducciones en estructuras redundantes, mientras proponen tecnologías y procesos modernos para aumentar la productividad estatal.
En Argentina, el presidente Javier Milei ha propuesto medidas más drásticas para enfrentar un Estado inflado. Entre sus políticas destacan la eliminación de ministerios y la privatización de empresas públicas ineficientes. Aunque estas ideas han generado controversia, reflejan una determinación de reducir la influencia del gobierno y limitar los cargos creados como favores políticos.
En el caso peruano, sería fundamental identificar áreas específicas donde el gobierno gasta más de lo necesario. Ministerios con funciones redundantes o programas sociales mal administrados podrían ser reorganizados para dirigir los recursos hacia servicios esenciales como salud, educación e infraestructura. En Perú, numerosos cargos públicos son ocupados por personas con conexiones políticas en lugar de competencias profesionales, lo que disminuye la eficiencia del gobierno.
Es imperativo implementar reformas legales y mecanismos de transparencia que hagan imposible el uso del Estado para fines clientelistas. Esto podría incluir evaluaciones rigurosas para los empleados públicos, auditorías independientes y plataformas tecnológicas que expongan al público, en tiempo real, el uso del presupuesto estatal.
Reducir la burocracia y el tamaño del Estado en Perú requiere tanto la voluntad política como la participación activa de la sociedad. Las estrategias de Trump y Milei ofrecen modelos contrastantes: uno basado en innovación moderada y otro en reformas radicales. Si bien cada país tiene contextos únicos, el Perú puede aprender de estas experiencias para construir un gobierno eficiente, transparente y enfocado en servir a la ciudadanía, no a intereses particulares.
@sandrostapleton

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