Ampay: ¡Pedro Castillo plagiario!
Si este escándalo del plagio reconfirmado -de la tesis del aún mandatario Pedro Castillo (y de su cónyuge)- no constituye razón definitiva para que el Parlamento de la República disponga la inmediata vacancia de Castillo por flagrante inmoralidad para gobernar -y por cierto. para desempeñar cualquier otro cargo público, inclusive el de profesor- querrá decir que, oficialmente, el Perú ya es una república comunista, donde impera el vale todo para la nomenklatura. Si este Congreso peruano no considera que trapichear secretamente con proveedores del Estado, tanto en el despacho presidencial como el antro de Sarratea, es prueba de absoluta incapacidad moral. Si este poder Legislativo continúa pasando por alto que Pedro Castillo sea un plagiario comprobado.
O, finalmente, si el Legislativo no valora otro delito perpetrado por Castillo, esta vez mintiéndole de manera descarada al ciudadano mediante un comunicado que le pinta de cuerpo entero, donde “asegura” ser falso el informe propalado por el programa Panorama, de la prestigiosa periodista Rosana Cueva, sobre el tantas veces citado plagio, pues es evidente que los demócratas habremos perdido toda probabilidad para desaforar a un moralmente incapaz, como es el actual jefe de Estado de la nación. A qué extremo de sinvergüencería -otro sucedáneo de la inmoralidad- habrá llegado Castillo, que ayer por la tarde la mismísima universidad César Vallejo -que le validara el grado de Magíster con una tesis plagiada- esta vez, arrinconada ante las evidencias periodísticas, tuvo que públicamente reconocer que la estafa de los Castillo es absoluta, certificadamente cierta.
¿Qué puede haberle ocurrido a Beatriz Merino, exsenadora, exprimera ministra, excongresista, ex Defensora del Pueblo y abogada de profesión, para que reiteradamente oculte semejante escándalo -el plagio de la tesis del mandatario- siendo ella presidente de esta tristemente célebre universidad César Vallejo, protagonista de una nueva estafa que enluta al país? ¿Por qué negaba algo que era evidente? ¿Por qué dejó pasar las cosas, al punto que hoy puede ser tarde el reconocimiento hecho por la ahora desacreditadísima universidad donde ella es autoridad? ¿Dónde dejó Beatriz Merino sus pergaminos democráticos, para convertirse en cómplice de un mandatario comunista, plagiario, inepto, impidiendo que aparezca oportunamente la prueba de su incapacidad moral para gobernar?
¡La prueba del plagio es clara! ¡La trasgresión moral, reconocida públicamente por la universidad que validara la tesis de Pedro Castillo, estriba en que contiene cerca de 60% de calco de trabajos de otros! ¡Sin embargo, políticamente podría ser tardía! Porque en estos diez meses de gobierno el comunismo se ha consolidado. Y conociendo a la calaña de miserables, candelejones y tontos útiles acomodaticios que integran bancadas de desprestigiados partidos como Acción Popular, Alianza para el Progreso, Podemos Perú, Somos Perú, etc., es posible que la vacancia no prospere porque, en este tiempo, palacio ha favorecido a esa gente con irresistibles prebendas personales con dinero estatal.
El epílogo de este capítulo es que, sólo milagrosamente, el Parlamento apoyaría la vacancia del plagiario Castillo y el Perú esquivaría así una constituyente, evitando el establecimiento de una república plurinacional popular al estilo castro-chavista.
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